La idea ha sido subir a la venta El Mirador en los montes de Málaga desde el club hípico, y de paso he recordado los parajes por donde empecé a montar en bicicleta de montaña, allá por........hace muchos años.
El ritmo ha sido tranquilo, de charla y conversación, y si no que se lo pregunten a las directoras deportivas del evento.
De la cantera juvenil que decir, como siempre se portaron como jabatos, a excepción de algún mosqueo momentáneo y de algún dolor de pies por estreno de botas, nada que no se pudiera solucionar con una buena y nutritiva barrita energetica.
Una vez en el mirador, nuestro gozo en un pozo, la idea era tomar un vinillo para entrar en calor, pero no fué posible ya que la venta estaba cerrada para sorpresa nuestra y demas personas que allí llegaban, a proposito, entre esas personas encontramos a senderistas buscando la continuación de la ruta inagurada recientemente por el ayuntamiento de Malaga, y es que el clamor popular del caminante dice que deja mucho que desear, en cuanto a señalizacione
s y trazado, pero en fin eso será tema para otro dia.Por lo tanto, y truncado el deseo del vinillo, decidimos bajar para buscar un sitio "confortable" y adecuado donde dar buena cuenta de las viandas que transportabamos en las mochilas, así que dejamos el carril principal y nos dirijimos hacia el cortijo en ruinas y con la alberca que se ve desde el descenso, supongo que tal estancia tendrá nombre, pero pido perd
ón por no conocerlo.Una vez repuestos gastronómicamente y viendo la amenaza del cielo y el frio, emprendimos la bajada buscando el arroyo del Limonar, redeando la central electrica y llegando de nuevo al club hípico donde aguardaban los coches.
En definitiva fué un buen dia de campo, corto por exigencias de la meteorología, pero bueno, y sobre todo dia de estrenos despues de los Reyes, mas de una y de uno estrenaba botas, botas que aún hay que domar. Hasta la proxima.
