lunes, 9 de mayo de 2016

SENDA DE LOS MILENIOS. Cuevas de San Marcos 02/05/2016.



Un día histórico como es el 2 de mayo, los trepacuestas también hacen historia realizando la primera ruta senderista al norte de la provincia de Málaga, la denominada Comarca Nororiental de la provincia de Málaga, en concreto por la Sierra del Camorro y su famosa Cueva de Belda.

A las 09:00 horas en dos automóviles se desplazaron ocho trepacuestas primaverales, seis perennes y dos que hacía bastante tiempo que no salían a caminar al campo, quitando las famosas rutas al restaurante Reyes en Moclinejo por la época de Navidad.

A las 10:30 horas estábamos aparcando junto al edificio Senda de los Milenios y rápidamente el personal empezó a ascender entre pinos y una explosión jubilosa de colores primaverales nos estalló delante de nuestros ojos.


Varios zigzag y de pronto estábamos ante el cortado tremendo de la falla del Camorro, la mitad de la sierra prefirió quedarse más cerca del cielo y la otra mitad se desplomó buscando su origen más cercano al centro de la tierra.

Para subir a la cueva de Belda hay sesenta y seis escalones hechos de metal. Algunos rotos por los salvajes de turno y que para darle más emoción están realizados de rejillas y conforme se sube vemos que el suelo se aleja de nuestros pies. Escalera no apta para las personas que padecen de vértigo.

La vista desde la entrada de la cueva espectacular. El pueblo de Cuevas de San Marcos a nuestros pies. A la izquierda el valle del río Genil, al fondo un picacho que José comentó que allí estaba la ermita de Nuestra Señora de Araceli, patrona de Lucena. A la derecha el pueblo de Rute y el embalse de Iznájar. Todo rodeado de un mar de olivos y un cielo de azul intenso. Magnífico cuadro contemplado por unos ojos llenos de admiración.

A nuestra espalda la oscuridad de la cueva. El misterio, la preocupación y la intranquilidad aumentó cuando Pablo nos comentó que en esa cueva habitó el diablo y que un fraile subió y logró hacerlo prisionero atándolo con una cuerda.

Los trepacuestas deseosos de nuevas sensaciones con pequeñas linternas nos adentramos en la oscuridad. Contemplamos sus paredes arañadas por el agua, sus altos techos y sus columnas. Fotografías, con nuestra bandera,  realizadas en la oscuridad y sólo con la luz de las linternas y que han resultado espléndidas como realizadas a plena luz. ¡Qué maravilla de cámara de fotografía!
Estos cacharros tecnológicos no dejan de sorprenderme y de preocuparme.

Continuamos la ruta y nos dirigimos a la Medina de Belda. Pasamos por una pequeña cantera abandonada y por la denominada Cueva Nueva. La pendiente en algunos tramos considerable y en otros tramos con la delicadeza de que han puesto un pasamano de metal que venía muy bien para tomar aire.

Las vistas del paisaje primaveral que nos rodeaba desde los restos arqueológicos de la Medina de Belda son espectaculares y merecieron el esfuerzo de la ascensión.

El regreso a Cuevas de San Marcos se realizó por la misma senda y rápidamente nos adentramos en el pueblo y sentados en la escalera de la Iglesia de San Marcos decidimos que era el momento de almorzar.

Le preguntamos a Antonio, un vecino del pueblo, que atentamente nos acompañó al bar-restaurante Mangas, su conversación y amabilidad nos cautivó cuando también nos acompañó a buscar un buzón de correos y al lugar donde habíamos dejado los automóviles estacionados.

En la terraza del restaurante Mangas con una muy buena temperatura, unos menús muy apañados y con unas cervezas muy frías pasamos unos momentos inolvidables. Muchos elegimos de primero porra y de segundo bacalao a la vizcaína y otros rejos fritos (patas de pulpos). De postre tarta de queso, natillas y pudín.

Resumiendo, un muy pero que muy agradable día por la Comarca Nororiental de Málaga, con un espléndido día de primavera y una estupenda compañía que me hizo disfrutar de un gran día. Enhorabuena a los curtidos trepacuestas Celes, Nati, Paqui, Pablo y José y a los jóvenes  Ana y Ángel.

Escrita la crónica en La Cala del Moral, en la mañana del domingo 8 de mayo en un día plomizo y cosa extraña actualmente lloviendo. Esta mañana también he cumplido con nuestra amable Agencia Tributaria, este año es querida y amable porque me sale a devolver unos euros suficientes para una pequeña comida.
Tambien he cumplido comprando los correspondientes pitufos integrales para el desayuno de las dos niñas durmientes.

Saludos de Salvador,

 Crónica de Salvador Nieto.





sábado, 27 de febrero de 2016

RUTA PARQUE NATURAL DESEMBOCADURA DEL RIO GUADALHORCE. 21 de febrero de 2016



El domingo 21 de febrero amaneció Málaga bajo un cielo nublado que hacía prever un día lluvioso, al menos a mi me lo pareció, de hecho mi preocupación primera del día fue no llevar paraguas, al final no llovió, pero más tarde hablaremos de eso.

La " planiruta" prevista era una ruta local, desde hacía tiempo,  Celes, insistía en conocer el paraje naturalde la desembocadura del rio Guadalhorce, y allí acudimos prestos y devotos como si de religión se tratara.

Tengo que decir que esta ruta no era "santa" de mi devoción, primero porque la imaginaba demasiado corta, más bien un paseo, nada más lejos de la realidad pues en la APP del teléfono de Nati, nos salieron algo más de 11 kilómetros,  y después porque tenía la idea de que la zona era distinta, ¿como lo diría?..., cuando pasaba por allí en coche por el puente sobre el rio a la altura de los estudios de Canal Sur, mi impresión era de estar en una zona de cenagales, de agua estancada y de olor insoportable, pero afortunadamente también equivocado estaba.

Pero empezaré por el principio, Como viene siendo habitual, alrededor de la 9 de la mañana, en este caso a las 8,45, solo  cuatro Trepacuestas nos dimos cita en el mesón de María, en La Cala del Moral, para hacer acopio de carbohidratos, grasas y proteínas, es decir, desayunar a base de churros, pitufos y café. Los asistentes en esta ocasión fuimos Nati, Salvador, Celes y el que esto escribe, Jose, el resto no pudo asistir por diversos motivos, y como se les echó de menos sobremanera, se propuso volver en primavera con el pleno de los "trepas" al completo, ya que la ruta y el paraje lo merecen.

Hartitos de viandas matutinas partimos en coche hacia Guadalmar, donde según la información que teníamos, se iniciaba la ruta, concretamente partimos desde la Parroquia Santa María Estrella de los Mares donde aparcamos el vehículo, y ya a pie hasta la entrada del paraje perfectamente señalizada, de allí parten los dos senderos principales que recorren toda la zona, Rio  Viejo y Laguna grande.

La trayectoria de este rio es interesante, nace en el puerto de los Alazores, en Villanueva del Trabuco, es el más largo y caudaloso de la provincia de Málaga, en su transcurso forma el desfiladero de los Gaitanes, hoy tan de moda por el caminito del Rey y  viene a acabar su recorrido al oeste de la ciudad. Su desembocadura esta formada  por dos brazos entre los cuales se encuentra un delta donde se forma el humedal habitado y transitado por aves migratorias y que constituye el parque natural desembocadura del Guadalhorce.
 
Este humedal está formado por un complejo lagunar que a pesar de sus reducidas dimensiones, tiene un gran interés ornitológico, en parte por su proximidad al estrecho de Gibraltar. En cada laguna existen observatorios de madera para los estudiosos y eruditos al tema de las aves migratorias, miradores como  el de Lagua escondida o Laguna Grande, desde los cuales observamos las aves con unos prismáticos que llevaba Salvador, iba preparado el tío.

Sobre el tipo de aves que divisamos pido al lector que no pregunte, pues el que escribe no sabe distinguir entre un buitre y un jilguero,  aunque los que saben de esto afirman que se pueden ver, según la época del año, al Martin pescador, flamencos rosas y cigüeñas negras, ciertamente todo en espectáculo bucólico de la naturaleza.
 
Al principio comentaba como amaneció el día, plomizo, gris y nublado, después supimos que esas nubes grises no eran tales, sino una gran masa de polvo africano procedente del Sahara, y que cubría parte de la provincia y de la comunidad, y doy fe de ello por el estado que quedaron los coches, incluido el mío, en los siguientes días en los que la "nube" estuvo con nosotros.

Siempre tuve interés y curiosidad, en como sería el momento en el que el rio se fundía con el mar, ese era mi gran interés en aquella jornada de  senderismo, y mi duda tuvo respuesta, ya que los senderos bajan a la playa. Pasear por aquella playa pisando la arena peinada por las olas del levante es impagable, posiblemente sea el único tramo de playa virgen que se conserva en el litoral malagueño, hay cosas que no tienen precio y esa en una de ellas, el viento y las olas desde aquel mirador de piedra al borde del rompeolas.

Pero lo perfecto no existe y nos llamó la atención lo que hoy se llama el impacto medioambiental, y es que  de verdad impacta la cercanía de la civilización urbanística, algo que choca bastante tanto a levante como a poniente, a un lado Guadalmar, al otro Málaga y los edificios de Sacaba, o el centro acuático de Málaga, INACUA, entre otras construcciones horrendas para la cercanía del entorno, pero así es el progreso urbano. Tanto es así que nunca perdíamos de vista la torre de la iglesia donde dejamos el coche, la misma que a las 10,30 llamaba a misa dominical de 11,00 horas a los feligreses churrianeros de la costa.

La misma torre sobre la que un poco más tarde, más o menos las 10,50, una Trepacuestas insigne del grupo joven, Ana Portillo, volaba dirección a Berlín, y que tire la primera piedra el que niegue que en aquel momento no pensó:
- Anita, esto del agüita, los patos y pajaritos está muy bien, pero yo me iba contigo ahora mismo a Deutschland, ¿o no?. 

Pero nuestro sino era otro y seguimos nuestra ruta  de fin de semana por el final del rio Guadalhorce, sin dejar de estirar el pescuezo buscando la estela de aquel avión y sin querer dejarnos nada atrás y sin conocer, por lo que fuimos a ver el brazo de rio que linda con Málaga, aquí por momentos, pudimos imaginar lo que Moisés pudo sentir atravesando las aguas del mar Rojo, cruzamos por terrenos que nos prestó el mar pero que de vez en cuando venía a reclamar, ya a media mañana la pleamar se hacía notar y alentadas por el levante las olas entraban cauce arriba, en una de esas subidas del mar tuvimos que poner a prueba nuestros reflejos y nuestra velocidad en el sprint para no acabar en remojo.

En definitiva, una ruta muy recomendable y apta para todos los públicos, a pie o en bici, para jóvenes y mayores, domingueros y estudiosos ornitológicos, niños y niñas, cofrades y ateos, rondeños y pedrepaleños, para todos es asequible, interesante y sorprendente, porque al igual que nosotros seguro
que hay muchos malagueños que no saben lo que tenemos allí y animo a todo lector de esta crónica a visitar y conocer este paraje, seguro que además de sorprendido quedará encantado. Volveremos en primavera, espero y deseo que Trepacuestas al completo y prometo aprender a distinguir entre un buitre y un jilguero.

Crónica de Jose.

lunes, 1 de febrero de 2016

Alrededor del pantano de La Viñuela. Domingo 31 de Enero de 2016



Tengo que empezar diciendo, que a pesar de la fecha, a las 8:30 h. de la mañana, en la Cala del Moral, la temperatura era de 17º y los cielos prácticamente despejados.  A lo largo de la jornada, a pesar de que en el inicio de la ruta, hacía algo de viento, éste pronto amainó , y el calor se ha dejado sentir con unas temperaturas más propias de verano, que del mes de enero.

Puntuales como de costumbre, pusimos rumbo al pantano de la Viñuela, lugar elegido para hacer nuestra ruta de hoy, estos seis intrépidos senderistas, que a trancas y barrancas, nos resistimos a que, (ya que casi hemos perdido el nombre de Trepacuestas) los años puedan acabar también con la forma física de la que aún disfrutamos.

Del desayuno, hemos dado buena cuenta en el bar El Cruce del Trapiche, donde sin mucha demora disfrutamos de unos suculentos molletes y pitufos de lomo en manteca, catalana y aceite del lugar, con unos reconfortantes cafés, hoy sí, bien calentitos.

Sobre las 9.45 h.  de la mañana, hemos empezado a caminar, por el Sendero de las Monjas, que parte, en "sentido antihorario", desde la parte derecha del Hotel La Viñuela, punto donde dejamos nuestros coches.
La ruta atraviesa en su recorrido la antigua vía del tren de cremallera que unía Málaga con Las Ventas de Zafarraya. Dicha línea pertenecía a la compañía Ferrocarriles Suburbanos de Málaga y estuvo en funcionamiento en este tramo desde 1922 hasta 1960. Su trazado discurría entre las provincias de Málaga y Granada, con una longitud de 68 Km. Y contaba con dos estaciones : la de La Viñuela  y la de Los Romanes

A buen ritmo, y charlando de temas tan trascendentales como: el mejillón cebra y el mejillón colorado, lo que de "fullero o transfullero"  puede tener cortar camino, o que en una misma semana se hayan dado en nuestra localidad, dos fenómenos meteorológicos como han sido el terremoto y el temporal de rayos del viernes anterior, hemos llegado casi sin darnos cuenta, a la mitad del recorrido de la ruta aproximadamente, donde se puede observar la salida de uno de los túneles que aporta agua al pantano desde los ríos Salia, Bermuza y Rubite. Se trata del túnel de “Pocapaja”.


Seguimos nuestro camino, y a pesar de la idoneidad del mismo para recorrerlo tanto a pié como en bicicleta o a caballo, no hemos visto mucha afluencia de visitantes. Tan solo algunos ciclistas, un jinete en pantalón corto, y dos guiris haciendo futing, pero senderistas ninguno.
Un poco más adelante, y después de cruzar el poquísimo caudal que aporta a fecha de hoy el rio Güaro al pantano, pasamos a la otra vertiente, donde nos encontramos con otro punto de interés para el visitante, como es el yacimiento arqueológico del Cerro de Capellanía, que se encuentra entre Periana y La Viñuela. Este surge en los inicios y mediados del  III Milenio a.C., constituyéndose  en el Siglo  II a. de C. una villa romana.
Durante todo el transcurso de la ruta hemos estado acompañados por la flora autóctona de la zona, de matorral mediterráneo y encinas, así como olivos de la variedad verdial y repoblaciones de pinos y eucaliptos.

Además hemos podido disfrutar de unas espectaculares vistas del pantano , que con sus 170 m3 es el más grande de la provincia. Este embalse se planeó construir en 1875, para regular las aguas del río Vélez, pero no fue hasta 1977 cuando se redacta el  “Proyecto de Construcción del Embalse de La Viñuela “ en la ubicación definitiva, terminándose las obras en 1960.

Actualmente, se puede apreciar que el nivel del pantano es bastante bajo debido a la sequia, y ha conformado por ciertas zonas colindantes al mismo, una estampa ciertamente curiosa, pero a la vez triste y preocupante, pues como si de un desierto se tratara, hemos podido pisar un terreno cuarteado y fangoso , que en tiempos  en que el nivel de las  aguas  ha sido mucho mayor, no habríamos  podido pisar por allí, pues nuestras cabezas hubieran estado a mas de un metro por debajo de  dicho nivel.

Nosotras, las féminas del grupo, hemos concluido la ruta, que en un  principio parecía ser de seis kilómetros y que ha resultado ser de veinte, tomando una reponedora cerveza con una tapa de ensaladilla rusa, en el restaurante El Pantano. Y digo nosotras, porque los varones han continuado la caminata a lo largo de la carretera de Arco, que atraviesa sobre la misma presa, hasta el lugar de inicio para recoger los coches, y con la caballerosidad que les caracteriza,
nos han venido a recoger para ir hasta el Puente de Don Manuel, donde hemos degustado un exquisito almuerzo en la venta Paco Yescas.

Jornada estupenda de senderismo y disfrute, con una compañía inmejorable,  en un entorno precioso y unas vistas esplendidas, bajo el discutido techo de la provincia de Málaga, "Pico de la Maroma", que más que un pico es una loma, que hoy lucía un ligero manto de nieve en su cara norte.

Con esto concluyo, pero no puedo acabar esta crónica, sin antes decir, porque creo que es de justicia, que he contado con la gran ayuda de una "chuleta moderna", ya que no venia escrita en una goma de borrar de  MILAN NATA, ni había sido escrita con un alfiler en la carcasa de un bolígrafo  BIC Cristal; sino  que me la ha mandado por WhatsAap, el compañero de ruta, que no de clase ni de pupitre, Pablo Portillo, al cual le quedo muy agradecida.

Crónica de Celes.


sábado, 30 de enero de 2016

FARO de TORROX - BALCÓN de EUROPA, NERJA Domingo 24-01-2016



El sábado anterior y tras el concierto de presentación de la banda de la cofradía de la Virgen del Rosario de La Cala, en el antiguo bar La Recacha y al olor de un completo campero de atún y cerveza se decidió todo lo relacionado con la salida del día después.

El grupo comenzó la mañana metiéndose entre pecho y espalda un par de raciones de espléndidos tejeringos en el bar Fernando de Torrox Costa junto con el correspondiente café con leche que no fue del agrado de doña Natividad, porque todo hay que contarlo. Cierto que algunos paladares para la ocasión pidieron el oportuno pitufo matutino que con presteza fue servido en mesa con mantel de papel. El inicio prometía y es que el equipo hay que tenerlo preparado y ni que decir tiene que el estómago del senderista forma parte del material que hay que cuidar.

Como niños pequeñitos nos comportamos pues entre apéndice de masa frita, bocado va y bocado viene, todos leímos en voz alta las citas históricas de personajes ilustres que se pueden ver en los reversos de los sobrecillos de azúcar, sugar, sucre o açúcar o como quiera decirse y que se sirven con el desayuno.

La razón se compone de verdades que hay que decir y verdades que hay que callar. Conde de Rivarol (1753 - 1801).

Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas, y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar. Madame de Sevigné.

Centrándonos en lo que al senderismo se refiere, el día, la ruta fue un calco de la semana anterior pero con más calor si cabe, aunque la única novedad es que además de tener un trayecto más corto al grupo se unió Paqui, circunstancia que a todos nos pareció pero que muy bien.

A las 9,30 h con foto incluida sobre el yacimiento arqueológico de la playa de Torrox pusimos la vista en la zona más oriental de la franja costera malagueña. El camino fácil y accesible transcurre
básicamente junto a la cuneta de la 340. La senda litoral desaparece en este trayecto por falta de espacio físico y consideramos difícil meter una vereda junto a la nacional, so pena de que el caminante pueda despeñarse acantilado abajo.

Cruzamos el río Torrox en su desembocadura por una zona de interés ecológico y gran aparcamiento con caravanas y numerosos extranjeros invernando. Atravesamos la playa del Sillón, pasamos de largo restaurantes con curiosos y chocantes nombres cómo Pepe Oro, Porto Banús, el Ancla de Cirilo, Almanzor y Choto Playa, para unos pasos más adelante constatar aun el regusto en garganta que el aceite de oliva nos había dejado tras la ingesta de los tejeringos, lo que nos sirvió para recordarnos que nos encontrábamos precisamente en la playa de Calaeite y de paso dar lugar a una de las distintas paradas de la jornada, esta vez ante un curioso retablo natural al aire libre con advocación a la Virgen del Carmen y al Cristo del Mar.

Puestos de nuevo en ruta, con rapidez sobrepasamos playa Vilchez pero en punta Lara hicimos un brindis con agua y de esta manera inmortalizarnos con fotografía incluida. En ese momento y entre las numerosas conversaciones que surgen en el camino abordamos lo perteneciente y relacionado con la segunda edad, límites y consecuencias de dicho segmento temporal. Tan delicado asunto de conversación se esfumó de nuestras mentes cuando nos dedicamos a abordar el último tramo llano y recto que precede la entrada a la villa de Nerja cuando absortos en el andar dejamos el Playazo a la derecha, cruzamos río Seco II y entre una arboleda de cultivos tropicales llegamos a las puertas de Narixa para atravesar el río Chillar y finalmente entrar en el casco urbano.

Callejeando por la localidad bajo jolgorio y risotadas nos topamos con James el escocés, vecino de la localidad y al que bien conocimos en el pasado Camino de Santiago en agosto de 2014. Sin duda todo un personaje.
Con la sorpresa por el encontronazo y al doblar la esquina de la parroquia del Salvador comprobamos cómo un coche de muertos de la funeraria La Esperanza y en servicio permanecía estacionado frente a numerosos establecimientos de guiris que a esa hora de la mañana desayunaban al solecito formando una escena que bien pudiera haberse extraído de una película de Berlanga. Ni que decir tiene que el ambiente desenfado y festivo que llevábamos encima quedó interrumpido. Momentos después el féretro entraba en el templo para dar inicio al sepelio de quien aquella mañanita de domingo de enero nos condujo a la verdadera realidad de la vida en aquella nuestra jornada de ocio y descanso.

Con el impacto del momento, a las 11,45 h, con mar en calma y ausencia de viento y para completar la escena algo de música de arpa, el sexteto caleño se asomó a lo que sin duda fue el motivo último de la salida dominical -el Balcón de Europa- y retratarnos ante una atenta fotógrafa barcelonesa pero muy española por cierto, que quiso colaborar con la causa y a la que los Trepacuestas no supimos despedirnos como hubiera sido necesario ya que al turista siempre una sonrisa y un cortes gràcies i adéu era lo que hubiera correspondido en ese preciso momento.

Aunque en el guión estaba visitar en esa agradable mañana de invierno azul el barco de Chanquete, famosa serie televisiva verano azul, lo cierto que el cuerpo nos pedía regresar y buscar el ALSA de las 12,55 h que nos condujera a nuestro punto de partida, no sin antes comprobar cómo nuestra
desconocida e improvista protagonista, G.R.P. y que a sus 79 años la que habíamos dejado minutos antes en la parroquia del Salvador, hacía ahora su entraba en el cementerio de San Miguel de la localidad, necrópolis donde yace desde 1995 Francisco Giner de los Ríos junto a su esposa, poeta que vivió en el exilio.

No miento si digo que la ruta concluyó al modo habitual, muy a la española dirían otros, cuando de cabeza y sin preguntarnos una vez más fuimos en busca o mejor dicho a rendir honores a la fideuá que con cerveza se sirve en el bar Hostal La Estación de Benajarafe todos los domingos de calendario sobre las 14,30 h.

Como igualmente los Trepacuestas somos tradicionalistas, conservadores y en modo alguno independentistas, entiéndase en el amplio sentido de la palabra, no nos fue difícil  desplazarnos unos escasos metros y convertirnos por unos instantes en una especie de modernos peregrinos y en definitiva poder cumplimentar, no sin excesivas dificultades en el día de la patrona de Ronda, a nuestro hoy proclamado patrono Salvador pastelero y a la que todos le pedimos por vía de Ntra. Sra. de la Paz que dios lo guarde muchos domingos de ruta y de esta forma cuide, mime y endulce estómagos y floras intestinales de próximas rutas.



Crónica de Pablo Portillo.