miércoles, 20 de octubre de 2010

Mollina - La Camorra, domingo 17 de Octubre

Con un formato muy parecido a la anterior salida (Mollina - Fuente de Piedra) esta convocatoria con un total de 33 senderistas fue una especie de duplicado de la realizada el pasado 19 de septiembre cuando un grupo de rinconeros nos apeábamos a las afueras de Mollina en busca de la laguna de Fuente de Piedra.
                                                                                                             Pero como todas las empresas éstas tienen su inicio y su final o lo que algunos se atreven en definir como su alfa y su omega. A modo de prólogo excuso decir que una vez más no pude resistirme a mi acostumbrado encuentro matutino y es que el Rincón de María en La Cala se convierte a temprana hora en una especie de oratorio gastronómico ya que a los que allí acudimos ponemos a tono el músculo estomacal mediante una ración corta de churros y el correspondiente café.

Pero la suerte hizo que en esta ocasión un caballero del senderismo local -José María Soler para más señas- nos acompañó a romper el ayuno y contarnos para envidia sana de los mojábamos el churro sus últimas experiencias y caminatas. Desde la increíble MarMaroma pasado por el Camino de Santiago acompañando a un grupo de invidentes malagueños de la ONCE, José María y uniformado con su inseparable camiseta deportiva verde con el anagrama de Unicaja, unido a su innata sonrisa bonachona nos sorprendió regalando unos preciosos itinerarios locales de rutas que serán de gran utilidad para el grupo. Gracias José María por acordarnos de éste tu amigo caleño. Ni que decir tiene que la convidá a café y churros al bueno de José María fue un hecho.

Como el que ha hecho la ruta alguna que otra vez y con la experiencia acumulada de otras salidas, una vez más recogimos a distinto personal por el camino (cruce del Agujero, Venta La Dehesa pasado la Yedra y en la gasolinera Shell de Antequera).

Ni que decir que el trayecto por carretera sirvió para dar inicio a una más que fluida conversación entre dos bandos. De un lado A. Sánchez y por el otro el componente femenino del grupo, saliendo a relucir aspectos tan dispares como el caso Malaya, la Pantoja o el presupuesto municipal de Rincón. Así las cosas entre tontería y tontería a la altura de Casabermeja el sol comenzó a iluminar los montes, observando con sorpresa como unas nubes tapaban el pico Las Cabras y parte de la sierra del Co. 

A las 9,20 horas el autobús hizo parada definitiva en la Av. América de Mollina en lo que se conoce por el CEULAJ (para los no iniciados diremos que no se corresponde con ninguna palabreja malsonante sino que se trata de la abreviatura de Centro Eurolatinoamericano de Juventud).

Unos pasos más adelante, en un descampado a las afueras del pueblo, junto a la  ganadería de Juan Martínez dimos inicio a esa coreografía de estiramientos que bajo la dirección de nuestra monitora Úrsula nos dio ese aire sport que se pretende de toda jornada senderista.
El primer trayecto fue una delicia pues a la salida del astro rey y caminando entre viñas sin fruto fue todo un lujo para estos rinconeros amantes del camino. De cuando en cuando unos olivos jóvenes de los que estaban recogiendo la aceituna salpicaban el panorama. A la izquierda dejamos una especie de granja escuela (Residencia Parque de la Alegría) donde un nutrido grupo de niños y niñas preparaban el desayuno al aire libre.

Sin tiempo que perder recorrimos de forma veloz un carril recto, dejando atrás las estribaciones de Mollina que bajo el sonido de las escopeta de caza discurrió buena parte de aquel hermoso día de marcha.

La casualidad hizo que por medio de Mª del Carmen (Chata) senderista que personalmente no conocía y como buena jienense que es, aprendimos que los olivares que atravesábamos eran básicamente de 3 y 4 patas y para desconocimiento de este humilde urbanita comprobé que efectivamente los troncos de esos olivos tenían ese número de tocones. Gracias Mª del Carmen por la lección.

La primera parada y denominada por Julio nuestro monitor como la del “hijo puta” (básicamente consistió en un reagrupamiento que termina cuando llega el último del grupo y se reanuda la marcha) fue a las 10,15 horas.
Con el hijo puta en la cabeza el carril dio un giro a la derecha y anduvimos por un pinar joven acompañados de un agradable grado de humedad que hacía más fácil el caminar.

A las 10,30 horas y según Julio vino la parada de la “comida” que sirvió para tomar el bocadillo de la mañana. Los churreros del día, en el que me encontraba, aun teníamos dentro la masa frita de ese famoso apéndice español por excelencia que en forma de rueda se prepara en aceite hirviendo. Esa pesadez de estómago nos hizo renunciar a tomar bocado. Es allí donde echamos en falta la morcilla de Manolo Ramírez o el sabroso comentario de Salvador Nieto, el rondeño. Y que cierto es que la comida une a las personas. Que se lo digan a Isis que sacó de no sé donde la famosa bota viajera y ofreciéndosela al grupo dio ese toque tan español a aquel descanso en la ruta.

Reanudada la marcha con algunos almendros y colmenas por compañía que poblaban el panorama seguimos la pista. Una línea de cipreses al fondo nos llamó la atención surgiendo en los senderistas distintas preguntas sobre que podía ser aquella raya de pinos. Por Julio, que lo sabe todo sobre la vega de Antequera, supimos que se trataba de la entrada a la finca La Capuchina. Pues si como de una procesión de Capuchinos se tratara, el destino quiso que en fila india dejásemos el carril para tomar prácticamente y monte a través la subida a la Camorra. Tras un breve reagrupamiento en lo que se dijo en llamar como la parada del “descansillo” llegamos a lo que se conoce por el Corralón, que no viene a ser más que en la altura de la citada sierra encontrarnos con una extraordinaria cavidad de unos 90 ó 100 metros de diámetro que consecuencia del hundimiento de una gruta, por algún fenómeno natural, dejó al aire libre una curiosa formación geológica circular con varios árboles en su interior junto a una sima de grandes proporciones accesible sin más problemas. El microclima interior del Corralón (frío en verano y caliente en invierno) nos llamó mucho la atención. Con las recomendaciones de rigor y pensando en los 33 mineros que sobrevivieron en Chile en la mina en esta ocasión 33 senderistas osaron entrar en la cavidad para permanecer unos minutos en su interior.

Aquella caverna fue una especie de Viaje al Centro de la Tierra y es que por unos momentos nos convertimos en personajes de Julio Verne formado parte de aquella sensacional novela que todos hemos disfrutado de pequeños.

Con la admiración de poder constatar un cambio de paisaje tan verde y húmedo tras atravesar minutos antes tierras de viñas, olivos, almendros y pinos, sospecho que los internacionales del grupo, Rover y Carol (irlandés y británica respectivamente) estarán más que acostumbrados a ese tipo de paisaje frondoso del Corralón.

Pero como el terruño andaluz y antequerano secano era el objetivo del día, por Julio tuvimos conocimiento que la zona estaba plagada de simas y oquedades habiéndose contado por los espeleólogos unas 50 en esa sierra (del Soldado con 475 m. de longitud es una de las más importantes) incluso con pinturas rupestres del neolítico. En cuanto a la flora de la zona se han identificado por parte de los botánicos hasta 15 especies distintas de orquídeas silvestres. Respecto a la fauna son habituales garduñas (gatos salvajes) y algún que otro buho.

A las afueras del Correlón la vista daba para alcanzar tierras de bandoleros como Alameda y algo más a lo lejos localidades como El Tejar y Benamejí en Córdoba.

Asombrados por las explicaciones del guía reanudamos la marcha en busca de la cueva del Órgano. La suerte o la buena vista de Antonio Sánchez hizo que localizase en el suelo y de forma increíble una peseta de Franco bastante deteriorada. Quizás amigo Antonio sea este hallazgo una llamada de aviso. Quien sabe la lectura que pueda tener en el futuro esta pequeña gran fortuna. Tiempo al tiempo amigo Sánchez y sobre todo no te desprendas de ella. 

Pero lo que si sabemos es que el camino nos deparó pasar por un centro de recuperación de culebras y serpientes y que aunque todos quedamos encantados por las explicaciones dadas por el monitor no sé por qué extraña razón hubo cierto interés repentino en continuar la ruta y alejarnos de aquel sitio. Nadie volvió a hablar de lugar.

Dando la una de la tarde llegamos a la otra cueva que con un almencino en su interior nos dio la bienvenida. No todos se aventuraron a penetrar a la gruta del Órgano. Los hubo valientes como José Manuel, Isis y otros que bajaron a su interior. Pero también los hubo menos valiente o reflexivos que arriba se quedaron preguntando por lo que había allí abajo.

Abajo o arriba lo cierto es que el día de senderismo empezaba a finalizar y para ello pusimos pie de regreso. No olvido decir que pasamos por un punto que llaman el aljibe y que con unas vistas extraordinarias al este divisamos Mollina y la laguna de Fuente de Piedra. La última parte del camino fue un carril cuesta abajo donde algunos reconocieron meter el turbo en busca de la cerveza de final de ruta. Pero no todo puede salir bien en una jornada de campo ya que sin esperarlo nuestro gozo se vio en un pozo cuando con sorpresa a las 14,20 h. pudimos comprobar que el lugar previsto, la venta del área recreativa Santillan, estaba ocupada por una boda. No invento nada nuevo ciando algún senderista y por un momento vio el cielo nublado, sospechando que aquello pudiera tratarse de una encerrona premeditada.
Como unos cervezo adictos en busca de su dosis, esta vez y a bordo del autobús paramos en Mollina en el Bar Pablo para saciar y calmar la sed que se dibujaba en nuestras gargantas.

Pero que cierto es que en todos lugares y grupos los hay elegante y allí fue donde José María me devolvió la convidá de la mañana ahora en forma de tubo de cerveza y es que amigo José María no sé como lo haces pero estás en todas y a todas.



Crónica de Pablo Portillo.




domingo, 10 de octubre de 2010

Excursión a la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, en los Montes de Málaga, templo de los Verdiales. Domingo 3 de octubre de 2010.



Nos reunimos el sábado por la tarde para decidir si realizábamos una ruta el domingo, teniendo en cuenta el calor que todavía hace al principio del otoño y con la posibilidad de lluvia según los meteorólogos, optamos por realizar una ruta cercana a La Cala del Moral y José propuso la ruta Venta El Túnel - Ermita de la Nuestra Señora de los Dolores también conocida como Ermita de Verdiales. Destacar que la sección de Trepacuestas con menos años recibió la noticia de la ruta con su habitual fiesta y aplausos, son encantadores.

Pasaban treinta minutos de las diez horas cuando salimos de la parada de taxis y a las once horas estábamos todos en la Venta El Túnel dispuestos a comenzar la primera ruta de la temporada 2010/2011 por Los Montes de Málaga, tierra de los cantos, toques y bailes por verdiales. Manifestación propia de la cultura campesina, tan genuina y tan querida por los malagueños.


El cielo tenía nuestro habitual color azul y unas pocas nubes blancas y así empezamos el ascenso hacía la loma de la ermita por una carretera asfaltada, a la izquierda la costa malagueña y a la derecha los Montes de Málaga.
Una de las imágenes más espectaculares del día se nos apareció  en una curva, divisamos entre pinos, la presa de El Agujero, la presa del Limonero, al fondo las grúas del puerto de Málaga, el azul del mar y del cielo.

Pasamos por un grupo de casas de campo conocido en Málaga con el nombre de diseminado y nos encontramos con un imponente algarrobo con sus raíces al aire y con sólo algunas unidas a la tierra, a pocos metros de él comenzó el carril de tierra.

En cabeza del grupo Pablo y al final del mismo las señoras y los más jóvenes del grupo hablando y hablando. Hicimos varias paradas para reagruparnos, el ritmo de ascensión indicaba una falta de ejercicio físico durante el verano.

Después de un verano tan caluroso el campo está bastante seco y con su color marrón de principios del otoño, todavía no han empezado las lluvias. En esta zona existen como plantas más típicas los palmitos, tomillos, matagallos, hinojos  y como árboles los algarrobos, almendros, encinas y olivos.

Pasaban cuarenta y cincos minutos de las doce cuando llegamos a la loma donde se encuentra la ermita, nos sorprendió y alegró que estuviera abierta por tres devotos de la Virgen de los Dolores. Amablemente nos dejaron entrar a visitarla aunque está en restauración y sin su titular en el templo.

Me gusto su interior con su techo de madera, su suelo de losas de barro, su altar de mármol sostenido por ladrillos formando medios arcos, en un precioso equilibrio. El exterior también es muy agradable con su puerta de madera y arco de ladrillos y sus impresionantes vistas desde lo alto de la loma de los Montes de Málaga.

Conversamos con las personas que estaban en la ermita sobre la Virgen de los Dolores y su vinculación con las pandas de verdiales.
Pablo, que llevaba en su mochila un libro publicado recientemente que trata sobre los verdiales, nos leyó varios párrafos sobre la ermita y las pandas de verdiales. Nos comentó que en el año hay dos días señalados como fiesta en la ermita, el 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes) y el viernes de Dolores.
Cuando se cerró la ermita, José nos sorprendió con un canto por verdiales que sonaba en su teléfono móvil, Pablo con su bastón nos mostró sus habilidades como alcalde y abanderado de la panda de verdiales los Trespacuestas y las señoras se arrancaron a bailar, los instrumentos fueron la sonrisa que se nos escapó a todos los presentes.

Después de refrescarnos  y admirar la espectacular vista de Los Montes de Málaga, incluidas las obras de la futura autopista de Las Pedrizas, a las trece horas dejamos la ermita y a buen ritmo bajamos.
El grupo de Ángel y las dos Ana viendo que José bajaba lentamente lo animaron con su charla y sus cantos que hacen referencia al grupo senderista los Trepacuestas.

A las catorce horas estábamos en el punto de partida de la excursión, se habían andado unos doce kilómetros y el comentario general era que habíamos pasado mucho calor.
El almuerzo se celebró en el restaurante “La Ventilla” con el típico plato de la zona el arroz caldoso.
Entre platos y vasos se celebró de forma solemne la I Asamblea del grupo senderista los Trepacuestas, por la importancia de los asuntos que se trataron entiendo que debe ser desarrollado más ampliamente en un monográfico por otro u otra participante en la Asamblea.

Para celebrar la primera ruta y el nuevo impulso dado al grupo en la I Asamblea Trepacuestas nos fuimos a Echeverría de El Palo y merendamos helados y limonadas.
Señalar que las lluvias previstas no aparecieron en todo el día, las previsiones de calor se cumplieron.
Propongo que cuando se termine la restauración de la ermita subamos un día a ver a Nuestra Señora de los Dolores en su templo.
Esperamos tener pronto a Antonio Rosales y familia acompañándonos en una ruta por los campos de Málaga.
Dice un canto por verdiales:

            “Las tres A nos acompañan
            por los campos malagueños.
La Alegría, la Amistad y el Alboroto.

Las tres A trepando
las cuestas de los montes.
Nos acompañan Ángel, Ana P y Ana N.


Crónica de Salvador Nieto López.