jueves, 9 de junio de 2011

DIA DE CAMPO Y CONVIVENCIA AL ROBLEDAL. 28de Mayo de 2011


El sábado 28 de Mayo fue el día elegido por D. Rafael ,nuestro  párroco ,para  llevar a cabo la jornada de convivencia que cada año  clausura  el curso  de catequesis,  tras la celebración de las Primeras Comuniones .Este año el lugar elegido ha sido El Robledal, en la provincia de Granada y a la cara norte de La Maroma. Allí, en tan idílico lugar, pudimos disfrutar de un agradable día , que tuvo de todo un poco, pues el sitio se presta a cualquier modalidad de actividad campestre.
 
La jornada comenzó rondando las 9 de la mañana, a esa hora  las campanas de la iglesia saludaban a los que llegaban a la cita ataviados con botas, mochilas y algunos bastones de senderistas, mucha chiquillería, como es natural, pues para ellos son fundamentalmente estas convivencias. Como no, un nutrido grupo de los Trepacuestas asistimos a tal evento como es ya costumbre.

Tras los saludos partimos rumbo a la axarquía en el autobús contratado para la ocasión aunque algunos viajaron en vehículos particulares por razones de logística y transporte. En el bus caían los kilómetros entre canticos , charla amena y como no, el rezo del rosario. Entre tanto, la comodidad de la autovía dio paso a la serpenteante carretera que se adentra en la provincia de Granada atravesando el boquete de Zafarraya, donde más de un estómago se vio alterado por las curvas.

A la derecha de la venta de La Alcaicería parte el carril que nos lleva hasta la cara norte de sierra Tejeda, por allí  nos adentró el autocar dejándonos a unos 500 metros de nuestro destino, la zona recreativa del Robledal, una buena iniciativa para, digamos, "forzar" la caminata de los menos "caminantes".
Como aún era temprano, poco más de las 10,30 de la mañana, se propuso hacer alguna ruta por los alrededores, por lo tanto la mayoría nos dispusimos a caminar mientras otros se quedaron en el "campo base" guardando las viandas y las pertenencias.

Nos encaminamos dirección a La Maroma, o al menos empezamos a discurrir por el carril que a ella lleva, hasta llegar al punto donde los caminos de separan, a la izquierda la alta cumbre de  Sierra Tejeda y a la derecha a Los Barracones, lugar donde nos dirigimos.

Los Barracones eran las antiguas viviendas de los trabajadores jornaleros que cuidaban y trabajaban en la sierra, siendo abandonados después, y posteriormente, hacia mediados de la década de los 90 del pasado siglo, recuperados y restaurados por el ayuntamiento de Alhama de Granada, convirtiéndolos así en un albergue juvenil enclavados en un bonito paraje.

 
Una vez descansados y explorado el lugar, y después de que algunos dieran buena cuenta del fruto de un magnifico cerezo, volvimos sobre nuestros pasos a buscar el almuerzo y el descanso después de la caminata.
 
Como en todas las convivencias de la parroquia también se celebró la Eucaristía, esta vez antes de la comida, ya que D. Rafael y Pepe tenían que volver pronto por motivos parroquiales. Nunca dejará de emocionarme la celebración de la misa en el campo, es un cúmulo de sensaciones distintas a las percibidas bajo el techo de la iglesia, desde aquí animo a todo el que tenga la oportunidad de vivir tal experiencia.

Y ya la comida..... en esta ocasión el menú Trepacuestas dio paso a  todo un lujo  de almuerzo elaborado por primorosas manos y después compartido, como también fue compartida la animada charla de la sobremesa donde se quiso arreglar el mundo hablando de lo humano y de lo divino, Además de eso también hubo tiempo para  que las catequistas jugaran con los chavales a alguna actividad que ya llevaban preparada.
 
Cuando se está a gusto y en buena compañía el tiempo corre más de la cuenta, eso fue lo que pasó aquel día, cuando quisimos darnos cuenta ya era la hora de recoger y partir hacia el punto de encuentro donde nos reencontraríamos de nuevo con el  autobús para volver desde las altas tierras axarquicas  hasta la costa y puerta de la comarca, volviendo a hacer estragos la zigzagueante carretera en forma de mareos, así,  rondando las 8 de la tarde, arribamos a la plaza de la iglesia donde nos despedimos hasta una próxima cita esperando que sea pronto.

Gracias a todos y a todas por tan inestimable jornada y compañía.

Crónica de José.