lunes, 30 de mayo de 2011

RUTA ACUÁTICA en 3-D por las HOCES del ARROYO JABONERO (22 de Mayo de 2011)


La elección fue sabia y los Trepacuestas no dejaron lugar a la duda sobre cual era el mejor programa que se les ofrecía. El día anterior, sábado de reflexión, en la mesa del Burguer Playa la deliberación fue corta y una vez más José Manuel con acertado criterio propuso como candidatura senderista la subida acuática por el Jabonero. Fue casualidad o coincidencia de ideología pero no hubo necesidad de votación, ni siquiera la abstención tuvo su espacio. Entre papas, camperos y pizzas y por aclamación se decidió que la salida campera fuese pasada por agua.

Luego en el Irish Swan, con un pequeño mitin de final de campaña y bajo los efectos de algunas cervezas se reivindicó eso de Senderismo real ya !!!, que a la postre nos permitió clarificar algunos detalles de la escapada.

Ni que decir tiene que el resultado fue recibido con algarabía por la juventud, a excepción de Ana Nieto y su repentina cojera. La llamada del campo sirvió para que incluso Ángel dejase atrás por unas horas su esguince y que los pequeños sacasen del trastero sus bañadores y chanclas playeras.

No hubo necesidad de madrugar, hecho que mejoró el estado de ánimo de algunos y si a eso unimos el magnífico día que se nos presentó, ello contribuyó a que la jornada dominical fuese mojadamente redonda.

Aunque la urna del Jabonero siempre está ahí, este modesto arroyo durante unas determinadas semanas al año y con suerte para los vecinos de la zona, nos da la oportunidad y emulando un poco al Chillar de Nerja, el poder disfrutar de su potencial acuático. Si bien las comparaciones son odiosas, este querido arroyo atesora un potencial ecológico muy interesante.

Pronto hubo necesidad de meterse en harina, mejor dicho en agua y sin bandera Trepacuestas que nos guiase en esta ocasión, pero uniformados con el ya clásico color rojo comenzó el disfrute de la jornada.

La expedición se encontró con unos osados motoristas de trial que con dificultad intentaban vadear un importante socavón en el torrente. Pronto se convino en tomar posesión al modo de los indignados de la Puerta del Sol madrileña en el margen derecho del arroyo bajo un frondoso olivo, para que Francis, las dos Anas, Mari Carmen y Ángel se divirtieran en una poza. Cómo sería la intensidad del baño de éstos caleños que incluso su ímpetu en el agua hizo que el croar de las ranas cesara por algunos minutos.

Todo lo anterior sirvió para que con interés Salvador, Nati, José Manuel y un servidor acometiésemos la subida por las hoces del Jabonero entre un decorado de adelfas y muchas ranas en un soleado día de finales de mayo, con las Tetas de Málaga por fondo por un lado, la Venta el Mirador por otro y el partido de los Montes de Málaga por opción senderista y que hizo más llevadera la caminata.

Al sorprendente frescor del cauce y a la sinfonía de sensaciones, junto con el ruido del agua, todo ello hacía que nuestros oídos tuviesen problemas para asumir ese estado natural de las cosas.

Entre la increíble limpieza del lecho del arroyo, la claridad del agua y sin dificultad aparente continúo el día, dando cuenta del gaseoducto Málaga-Rincón que enterrado por aquellos pagos nos llamó la curiosidad y todo ello hasta llegar a la parte final que es fácilmente identificable por un arco de acueducto a la izquierda del margen del arroyo y que nos recordó el pasado rural del Jabonero con sus huertas y bancales que por doquier jalonaban aquel bello trozo del río.
 
Una presa con un buen caudal de agua dio un ambiente peliculero o aventurero si se quiere y a los que allí nos acercamos nos llamó mucho la atención el desnivel existente. Nos sorprendió gratamente el hecho de que estando a tan escasos minutos de la nacional 340, pueda existir un paraíso abierto al público tan cerca como aquel escondido paraje.

Una vez de regreso y bajo el ya mencionado olivo y tras un frugal almuerzo Trepacuestas dimos inicio a un campeonato de lanzamiento de huesos de cerezas, donde este humilde cronista se confirmó como un buen escupidor de huesos, siendo propuesto por algunos para que con deportividad represente a los Trepacuestas en el próximo concurso de lanzamiento en la fiesta de la cereza de Alfarnate.

Conmovido por el desafío y mientras los niños disfrutaban en ese SPA natural que es el Jabonero, los mayores al raso se disponían a dar comienzo a una dura siesta, para más tarde entablar una inesperada charla pseudo filosófica con preguntas y respuestas de lo más variopintas.

Como la tertulia discurrió por un derrotero ciertamente difuso, un servidor y sin intención de causar males mayores cesó en el parloteo y H2O de por medio a escasos metros de donde parábamos localizó lo que dijimos en llamar Centro de Orientación Sintoísta del Palo ya que junto a elementos primarios como el agua, fuego y la naturaleza se cobijaba un pequeño icono en el que se podía leer ATREVETE COMO ELLA.

Contentas las féminas con la explicación dada y como la gazuza apretaba, Celes sacó a modo de conejo de una chistera un paquete de galletas de canela, cosa que fue muy aplaudido -todo un éxito en aquella hora de la tarde- y como por arte de magia desapareció sin saber bien los Trepacuestas como pudo obrar semejante truco.

Pero fue nuestro querido Francis quien en un sorpresa de las suyas nos hizo ver en 3-D aspectos de la vida que realmente nadie esperaba en aquel lugar.

Como todo lo bueno acaba, a tiempo nos batimos en retirada en busca de un helado para los pequeños, te frío en vaso largo con hielo y marcando estilo para las mujeres y el necesario y tradicional café para los hombres. La venta el Gato en Jarazmín nos acogió en una tarde de Comuniones.

Finalmente decir que sirva está pequeña crónica a modo de acta de lo que ocurrió el día de Santa Rita y pensando en el incierto futuro del senderismo en Rincón de la Victoria nos despedimos todos con Paqui y su dolor abdominal junto con Ángel camino del servicio de urgencia del Palo por su esguince.

Crónica de Pablo Portillo.