lunes, 18 de enero de 2016

DOS FAROS. TORRE del MAR - TORROX. Domingo 17-01-2016



Instalados en las nuevas tecnologías el sábado noche Pasos Largos me enviaba un whatsapp avisándome de la próxima salida. El formato elegido de la convocatoria junto a la sorprendente falta de anuncio de café con churros, por unos instantes me hizo dudar de la veracidad del aviso.

A las 9,00 h dio comienzo la caminata desde el Faro de Torre del Mar que como mudo invitado nos dio la salida. La linterna torreña fue testigo cómo de pronto las féminas Nati y Celes como si de una desbandá se tratara, empezaron a andar hacia levante con dirección al siguiente Faro. Un fresquito saludable nos recibió con muy poco público por el paseo marítimo. La Maroma al norte sin nieve y el mar de Alborán al sur sin borreguitos actuaron como telón de fondo para acompañarnos durante todo el domingo.

Pero que cierto y verdad es que todo hay que decirlo y todo hay que contarlo y ello para que la memoria histórica de los Trepacuestas no sea objeto de desmemoriados y para que finalmente, dentro de unos años, no se llegue a contar de forma tergiversada la verdadera historia de lo que fue esta jornada por la gran senda del litoral de la Axarquía. Y es que nadie del grupo se animó a escribir y dejar constancia de nuestro andar. Un servidor, al que le pudo más la agradecida carcajada de Celes que otra cosa, puso empeño en querer engordar el blog y hacer cumplir los buenos propósitos efectuados a primero de años a la hora de rebajar el sobrepeso navideño.

Como así me lo pidió Celes (poner historia a la ruta) así lo cuento. Y es que aunque el primer Faro de Torre del Mar se inauguró en 1867, lo cierto es que el actual, el que hoy conocemos comienza sus obras en 1974 y de 26 metros de altura se inaugura dos años más tarde.

Avanzando a buen paso pronto sobrepasamos el club náutico de Torre del Mar, bar eclipse (de gran recuerdo) y atravesamos el puerto de Caleta en un santiamén para hacer el primer alto y poder romper el ayuno en la Taberna sita junto a la Cofradía de Pescadores. Nutridos de triglicéridos suficientes para el camino (básicamente pan con zurrapa o jamón y café) y pensando en saborear otro día la especialidad de la casa (pollo a la rana), pronto nos adentramos en una de las rutas más curiosas a la par que sorprendente. Durante cientos de veces hemos efectuado el citado trayecto bien en bicicleta en el caso de José Manuel, bien por carretera, pero desconocíamos que se escondía tras el muro de hormigón que hay junto a la carretera de Almería. Edificios de todo tipo, casas, bares, restaurantes, campo de fútbol, iglesias, hogares de jubilados, comercios, piscinas, aparcamientos, hoteles, dunas,
monumentos, ramblas, puentes peatonales, embarcaderos y playas quedan ocultos desde la nacional 340. Caleta, cruce de Algarrobo, Mezquitilla, Lagos y El Morche son los principales núcleos urbanos que franqueamos en una espléndida jornada de luz y temperatura que pateamos sin problemas.

Aunque estábamos en plena cuesta de enero la ruta está expresamente recomendada para todo amigo de lo llano. De unos 14,5 km de recorrido pisamos sobre losetas del paseo marítimo, sendero de tierra y en muy menor medida asfalto. La ruta trascurrió sin más novedad que poder observar a numerosos aficionados de las dos ruedas ejercitándose en fin de semana, entre ellos el ahora transfuga Antonio Rosales, que por un día lució maillot ciclista en lugar del rojo Trepacuestas.  También nos encontrarnos con nuestro antiguo y buen amigo senderista José Luis Claros que junto a su esposa y de vuelta encontrada cumplían el rito ancestral programado de andar todos los domingos de guardar. Igualmente comprobamos como los de la CREMA (Centro de Recuperación de Especies Marítimas Amenazadas) en una de las playas del recorrido estaban ojo avizor respecto de un delfín/cetáceo que al parecer con dificultades se encontraba muy cerca del rebalaje.
 
Que la travesía no tiene dificultad alguna se puede comprobar preguntando a las féminas. Ambas han aceptado sin rechistar apuntarse a la siguiente etapa de la gran senda litoral Torrox - Nerja.

Tras observar a números turistas jubilados, especialmente alemanes, desayunar, comer y beber en terrazas en los números locales al efecto y eso que estábamos en pleno invierno, sobre las 12,00 h los cinco caleños aparecimos por playa Ferrara y asomándonos al mirador del Faro de Torrox (el mejor clima de Europa) y con el Lucero a nuestras espaldas contemplamos el yacimiento romano allí existente para dar las últimas zancadas del día.

Para poner un poco de historia a la ruta y no contradecir a Celes o mejor dicho a su bisabuelo cubano, no olvido decir que el primitivo Faro de Torrox aunque fue inaugurado en 1864, es en el año 1983 cuando se instala la actual linterna de 20 millas de alcance a una altura de 20 metros.

Con suerte tomamos el ALSA a las 12,20 h que nos devolvió a Torre del Mar en un santiamén y que a algunos del grupo le hizo pensar si el precio de 1,17 euros del billete merecía la pena semejante caminata de cerca de 3 horas de duración.

Contentos con el domingo senderista y a propuesta de José Manuel y Salvador para liquidar del tirón las supuestas 890 calorías quemadas según la aplicación bajada por Pasos Largos, traspusimos al bar el Hostal de Benajarafe donde unas cervezas algo de ensaladilla rusa y una excelente fideuá con alioli de la que no dejamos nada y a la que en el último momento se unieron Pepe Pascual y Violeta, dimos por concluida la jornada pensando que lo mejor para no aburrirse en casa durante el resto del domingo tarde, era comprar dulces y pasteles en la recomendable confitería Salvador de la zona.

Crónica de Pablo Portillo.

PASEO CALA DEL MORAL, BENAJARAFE. 20 DE DICIEMBRE DE 2015

El sábado 19 de diciembre decidimos estirar piernas en la tradicional despedida del otoño de los trepacuestas en el restaurante Reyes de Moclinejo,
entre suculentas viandas (migas, chivo al ajillo, bacalao, medallones de solomillo, brochetas y otras delicadeces) regadas con cerveza, vino, agua, café y un digestivo de hierbas de la tierra de la mujer más poderosa de Europa, la señora Merkel.
A la ruta del día 19 asistieron 14 trepacuestas y a la ruta del día 20 sólo asistieron dos parejas los Ruiz-Santiago y los Nieto-Ordóñez.
Con la puntualidad como una de las señas de nuestra identidad, a las 9 horas nos encontramos con una temperatura muy agradable, con una cuarta de sol y el mar calmo, a un buen ritmo empezamos la caminata por el paseo marítimo de La Cala del Moral a la altura de la plaza de La Laguna.
En un santiamén cruzamos los túneles y tomando asiento al solecito en el bar Las Flores del Rincón de la Victoria, dimos buena cuenta de un café y una docena de churros, por unanimidad todos acordamos que estaban muy pero que muy buenos.
Continuamos la caminata por el paseo marítimo, con las calorías del desayuno y el sol que
empezaba a picar nos quitamos las sudaderas y otras ropas de abrigo. Con una agradable temperatura, superados los 20 grados centígrados, sin viento y poco personal andando a esa hora, en un periquete estábamos en nuestro objetivo la torre vigía de Benajarafe, conocida como Torre Gorda, se alza en una loma de unos 15 metros sobre el nivel del mar junto a la carretera nacional 340 y desde esa atalaya se divisan unas estupendas vistas del mar de Alborán y de la costa del término municipal de Vélez-Málaga.
En el agradable paseo marítimo de Benajarafe, un joven entendió que José era guiri y le habló con un “yudis pitinglis” y José con su habitual rapidez  y espontaneidad le contestó con un “tiooo que yo soy Del Palo”, con unas sonrisas se resolvió la simpática anécdota.
A mediodía tenemos a los cuatro trepacuestas con los pantalones arremangados y con los pies

metidos en el agua haciéndose unas fotografías. José que calza un 46 nos confesó que era la primera vez, en este año, que metía los pies en el mar. Seguidamente, nos tumbamos en la playa y como unos nórdicos disfrutamos del sol en nuestros cuerpos. Nos considerábamos, en esos momentos, unos privilegiados por disfrutar de este clima y este lugar tan agradable. Tengo que añadir que en algún momento del relax traspuesto me quede.
A las 13:30 horas nos dirigimos al bar-restaurante del hostal La Estación, donde con unas cervezas y unas espectaculares tapas de tortilla con patatas, albóndigas, ensaladilla española, aceitunas y rematadas con cuatro estupendas de fideuá.
A continuación nos dirigimos a la pastelería-panadería Salvador, lugar muy recomendado para disfrutar con la vista de unos espectaculares dulces. Allí le rendimos honores a unos dulces de baileys  y a maravillosos borrachuelos de azúcar y de miel de Navidad y de Málaga que quitan el sentido.
Sólo llegar a la parada de autobuses y al instante un autobús y para La Cala del Moral a las 15:30 horas. Un paseo espectacular por la costa oriental malagueña que hay que repetir, una verdadera
delicia para el cuerpo y el alma.
Se me olvidaba, no sólo hemos comido, hemos andado 10 kilómetros.
Saludos de Salvador,

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