El sábado 19 de
diciembre decidimos estirar piernas en la tradicional despedida del otoño de
los trepacuestas en el restaurante Reyes de Moclinejo,
entre suculentas viandas (migas, chivo al ajillo, bacalao, medallones de solomillo, brochetas y otras delicadeces) regadas con cerveza, vino, agua, café y un digestivo de hierbas de la tierra de la mujer más poderosa de Europa, la señora Merkel.
entre suculentas viandas (migas, chivo al ajillo, bacalao, medallones de solomillo, brochetas y otras delicadeces) regadas con cerveza, vino, agua, café y un digestivo de hierbas de la tierra de la mujer más poderosa de Europa, la señora Merkel.
A la ruta del
día 19 asistieron 14 trepacuestas y a la ruta del día 20 sólo asistieron dos
parejas los Ruiz-Santiago y los Nieto-Ordóñez.
Con la
puntualidad como una de las señas de nuestra identidad, a las 9 horas nos
encontramos con una temperatura muy agradable, con una cuarta de sol y el mar
calmo, a un buen ritmo empezamos la caminata por el paseo marítimo de La Cala
del Moral a la altura de la plaza de La Laguna.
En un santiamén
cruzamos los túneles y tomando asiento al solecito en el bar Las Flores del
Rincón de la Victoria, dimos buena cuenta de un café y una docena de churros,
por unanimidad todos acordamos que estaban muy pero que muy buenos.
Continuamos la caminata
por el paseo marítimo, con las calorías del desayuno y el sol que
empezaba a picar nos quitamos las sudaderas y otras ropas de abrigo. Con una agradable temperatura, superados los 20 grados centígrados, sin viento y poco personal andando a esa hora, en un periquete estábamos en nuestro objetivo la torre vigía de Benajarafe, conocida como Torre Gorda, se alza en una loma de unos 15 metros sobre el nivel del mar junto a la carretera nacional 340 y desde esa atalaya se divisan unas estupendas vistas del mar de Alborán y de la costa del término municipal de Vélez-Málaga.
empezaba a picar nos quitamos las sudaderas y otras ropas de abrigo. Con una agradable temperatura, superados los 20 grados centígrados, sin viento y poco personal andando a esa hora, en un periquete estábamos en nuestro objetivo la torre vigía de Benajarafe, conocida como Torre Gorda, se alza en una loma de unos 15 metros sobre el nivel del mar junto a la carretera nacional 340 y desde esa atalaya se divisan unas estupendas vistas del mar de Alborán y de la costa del término municipal de Vélez-Málaga.
En el agradable
paseo marítimo de Benajarafe, un joven entendió que José era guiri y le habló
con un “yudis pitinglis” y José con
su habitual rapidez y espontaneidad le
contestó con un “tiooo que yo soy Del
Palo”, con unas sonrisas se resolvió la simpática anécdota.
A mediodía
tenemos a los cuatro trepacuestas con los pantalones arremangados y con los
pies
metidos en el agua haciéndose unas fotografías. José que calza un 46 nos confesó que era la primera vez, en este año, que metía los pies en el mar. Seguidamente, nos tumbamos en la playa y como unos nórdicos disfrutamos del sol en nuestros cuerpos. Nos considerábamos, en esos momentos, unos privilegiados por disfrutar de este clima y este lugar tan agradable. Tengo que añadir que en algún momento del relax traspuesto me quede.
metidos en el agua haciéndose unas fotografías. José que calza un 46 nos confesó que era la primera vez, en este año, que metía los pies en el mar. Seguidamente, nos tumbamos en la playa y como unos nórdicos disfrutamos del sol en nuestros cuerpos. Nos considerábamos, en esos momentos, unos privilegiados por disfrutar de este clima y este lugar tan agradable. Tengo que añadir que en algún momento del relax traspuesto me quede.
A las 13:30
horas nos dirigimos al bar-restaurante del hostal La Estación, donde con unas
cervezas y unas espectaculares tapas de tortilla con patatas, albóndigas,
ensaladilla española, aceitunas y rematadas con cuatro estupendas de fideuá.
A continuación
nos dirigimos a la pastelería-panadería Salvador, lugar muy recomendado para
disfrutar con la vista de unos espectaculares dulces. Allí le rendimos honores
a unos dulces de baileys y a
maravillosos borrachuelos de azúcar y de miel de Navidad y de Málaga que quitan
el sentido.
Sólo llegar a
la parada de autobuses y al instante un autobús y para La Cala del Moral a las
15:30 horas. Un paseo espectacular por la costa oriental malagueña que hay que
repetir, una verdadera
delicia para el cuerpo y el alma.
delicia para el cuerpo y el alma.
Saludos de
Salvador,
.
2 comentarios:
Leyendo la sabrosa crónica de Salvador reconozco se me hace la boca agua pero no se si se trata de una ruta senderista o más bien de una crónica turística gastronómica por la Axarquía.
Enhorabuena y hasta la próxima.
Pablo Portillo
Buena crónica y buena ruta, gracias a lo meteorológico que fue aquel dia fantastico, pero lo mejor la compañia, y lo dice uno que no va a la playa ni en verano, en cambio remoje mis piernas en el mediterraneo en diciembre, increible pero cierto.
Que haya muchas más,rutas y crónicas.
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