martes, 15 de diciembre de 2009

SUBIDA AL PICO DE LA MEDIA LUNA POR JARAPALO. 6de Diciembre 2009

Empezamos a caminar a las 10:45 horas un domingo de puente. Al principio se trataba de un carril un poco estrecho pero camino arriba una cabreriza vacía. Vimos árboles, uno de ellos tenía un tonco larguísimo. También observamos madroños. Andando vimos mármol, calizas y piedras sedimentarias.
Nos encontramos con unos ciclistas y algunos excursionistas. Los pinos tenían piñas. Cuando llegamos a la fuente-aljíbe-rellenamos las botellas de agua y aprovechamos para descansar un momento. La vista era muy bonita, también el tiempo fue bueno.


El puerto, el aeropuerto y muchos pueblos del valle del Guadalhorce eran muy pequeños.

Una comadreja se cruzó en nuestro camino.

A continuación seguimos andando y nos cruzamos con otros montañeros que tambien hacían un alto en la ruta. Nos preguntaron cuanto faltaba para el final del camino. Cruzamos de una montaña a otra por un caminito y en medio hay un valle con árboles. A punto de llegar a la cima, frente al repetidor de Mijas y sus antenas, andando entre encinas, vimos el continente africano y toda la vega de Málaga, también Sierra Nevada, la Maroma, el Lucero, el Torcal, los viaductos del AVE y nuestro pueblo de la Cala del Moral.

Ya en la címa de La Media Luna, a las 14,00 horas nos hicimos unas fotos de recuerdo. En esa montaña hay un pequeño monolito de piedra suelta.

Allí comimos algo para recuperar energías. También existe esculpida en una roca del suelo una extraña mano en la que todos colocamos nuestra palma. Pablo contó una pequeña historieta relacionada entre esta montaña, y la ota media luna que se encuentra representada en el escudo oficial del Rincón de la Victoria.

Al parecer en una determinada época del año los antiguos pobladores del Rincón adoraban, como en un momento mágico, la puesta de la luna -en posición bicorne- sobre la sierra de Mijas, además completaba el momento un lucero o estrella superpuesta sobre la luna
Historias aparte bajamos y comimos en una explanada junto a una pista de helicópteros. Angel y yo estuvimos jugando con una lata y un palo como si fuera beisbol.
Estuvimos poco tiempo porque se iba a hacer de noche. El regreso por Jarapalo fue todo cuesta abajo. Este descenso hizo que nuestros pies sufriesen algo y en ocasiones estaban doloridos.

En definitiva lo pasamos muy bien. Olvidábamos decir que a la salida fuimos Jóse, Pablo, Paqui, Ángel Ruiz y Ana Portillo


Crónica de Ángel Ruiz y Ana
Portillo

martes, 17 de noviembre de 2009

CANILLAS DE ALBAIDA, PUERTO BLANQUILLO y regreso por el CAMINO de las VENTAS a CANILLAS de ALBAIDA (21 km). Domingo 25 de noviembre de 2009


Animados por Antonio Sánchez en esta ocasión una célula de los Trepacuestas-Ruiz, Nieto, A. Sánchez y este fiel cronista- pusimos camino hacia sierra Tejeda en la última de las rutas organizadas por el ayuntamiento de Rincón de la Victoria.

Con poca información sobre el recorrido a las 08,10 de la mañana provistos de buen humor, mejor tiempo y un calor inusual para la época de año-que cierto y verdad es lo del cambio climático-, 27 senderistas locales, con algunas caras conocidas por anteriores salidas, nos enfrentamos con una media maratón senderista por la Axarquía.

Con puntualidad matutina el autobús nos llevó por la serpenteante carretera con dirección a Canillas de Albaida, no sin antes recoger a otro montañero en el cruce de Cajiz. Subiendo la carretera pudimos contemplar ante nuestros ojos como por el lado izquierdo discurría todo el valle con el río algarrobo abajo, además de los bancales de nísperos, aguacates y otros frutales.

A la derecha el talud de tierra y al frente, despejada de nubes, la imponente mole de la Maroma. Con algún que otro mareo llegamos a las 9,10 horas a a plaza de entrada de Canillas que a sus 576 metros de altitud sirvió para darnos la bienvenida con algún que otro abservador canillero atento a los ejercícios de calentamiento previos al inicio de la marcha.

Con muchas ganas de emprender el camino pusimos dirección al área recreativa de la Fábrica distante unos 4 kilómetros de la plaza. A las afueras de la localidad, sobre las 09,45 horas dejamos a la izquierda la ermita de Santa Ana que construida en el siglo XVI se encuentra cerrada y en un estado de cierto abandono.

LLaneando en zona de umbría, acequias y por asfalto empezamos a tomar contacto con las primeras y espléndidas vistas que nos acompañarían durante toda la jornada. Pasado la fuente del Chorrillo, dejamos a la derecha la cantera y llegamos a las 10,20 horas a la Fábrica-antigua mini estación eléctrica abandonada a principios de los años 70 junto al río Turvilla-. El paraje invitaba a quedarse, pero por imperativo de nuestros monitores- José y Moisés- la parada fue lo suficiente corta para nuestros deseos y pronto comenzamos lo que sería la verdadera razón de la ruta.

Andar en paralelo a un arroyo con agua-vedado de pesca- es algo completamente inusual para cualquiera de nosotros y por tanto un placer ir salteando en varias ocasiones el alegre torrente.

Con nutrida vegetación y en un ambiente de humedad desacostumbrado para los que vivimos en la franja costera siguió la ruta. Luego dejamos el arroyo a nuestra izquierda y en fila india-mucho del día sería así- la vereda picaba hacia arriba entre bellos nogales y algunos castaños. Pronto dejamos la cueva Melero a la izquierda-bonito lugar para refugiarse en una noche de tormenta- y a las 11,30 horas parada bajo un impresionante y solitario alcornoque. La bota de Isa- así creo que se llama-amenizó la jornada y es que queridos lectores en aquel alto hicimos bueno el refrán que dice "con pan y vino se anda el camino".

Durante todo el día pudimos contemplar desde nogales, pasando por castaños con su hoja amarilleando, olivos cargados de aceitunas almendros, incluso hasta un sauce llorón. Más adelante se imponía el pino carrasco, además del lentisco, aulagas-de mal recuerdo para más de uno-, jaras, espliegos, esparto, palmitos, adelfas, hiedras, helechos junto con líquenes, tomillo, romero, juncos, mimbres, zarzamoras, retamas, así hasta un largo etcétera.

Siguiendo el camino y pensando en la soledad de la montaña de pronto caímos en la cuenta que cuatro cabras acechaban los movimientos de estos ahora momentáneos intrusos de la sierra. Un joven burrito se hizo querer y tras la foto de despedida con el borrico después de una exigente subida con tramos de arena incluido y algún que otro zigzag, que nos hizo atodos ponernos a prueba, empalmamos con el carril que lleva al puerto de Cómpeta. La dura subida final pasó factura a todos y si no que se lo pregunten a Isa que tardó algo más de la cuenta en recuperarse.

De allí a puerto Blanquillo unos 300 metros. Desde ese punto al pico Lucero, por experiencia de anterior subida, apenas unos 90 minutos a buen paso.
Pero que verdad es que los senderistas no tienen edad. Y digo esto ya que una vez coronado puerto Blanquillo pude conversas un momento con Paulino quea sus 69 años está en un nivel que ya quisieramos todos nosotros. Por cierto que el próximo domingo Paulino tiene previsto subir al Lucero. Ahí queda eso.
Pero regresando a la ruta escogida ésta nos hizo girar a la derecha y tomar la senda denominada camino de Málaga -antigua trocha que conectaba con Granada donde el estraperlo y las caballerías a diario eran vigilados desde la lejanía por los guardias del puesto del Lucero-.

El camino de las Minas lo dejábamos a la izquierda. Ahora el paisaje era distinto. La aridez del suelo contrastaba con la zona de umbría anterior. No olvidemos que caminábamos por la cara sur de la sierra donde el sol y el mar es respuesta suficiente para comprender el camino de vegetación experimentado.

Como el sendero había sido recientemente podado de aulagas ello provocó algunas caídas que por orden fueron: Victoria, A, Sánchez y Beli. Con algún ungüento de los que Ruiz suele llevar consigo, desinfectante y ganas de seguir adelante no hubo mayores problemas.

A lo lejos en la costa divisamos lo que pensamos que eran los bloques de Torrox costa -edificios Totó-. El viento, ausente durante la mañana, entró por rachas pero lejos de enfriar el ambiente sirvió para ayudarnos en el ritmo de paso y refrigerar el ligero calor que soportábamos.

Pasado por alguna que otra calera, nos topamos a las 13,20 horas con la primera de las ventas conocida por la de Cándido- todas en ruina-. En su momento estas casas con sus corrales adosados sirvieron para proteger a los arrieros que con sus caballerizas transitaban la zona. A todos los que pasamos por allí se nos vino a la cabeza la dureza de aquel ofício.

Haciendo un alto en el camino y sentados junto a la venta citada, en una era y recreándonos en el paisaje, clavado la vista en el mar descansamos unos minutos. Tras un frugal almuerzo de nuevo iniciamos la marcha por aquel camino dejando atras otra venta de la que ahora no
recuerdo su nombre.

Algunos kilometros más abajo finalmente sobre las 14,30 horas nos topábamos con la venta de María Castaño tomando el carril que nos condujo de regreso a Canillas.
La dureza del camino se dibujaba en la cara de cualquiera de nosotros ya que la piedra suelta y la fuerte pendiente de bajada era nuestro momentáneo enemigo.
Pero así son las rutas y así es la orografía malagueña.

Tras 21 kilómetros de caminata o al menos así decía el podómetro de Moisés, a las 16,15 horas llegábamos a la plaza de Canillas, soñando todos con unas cervezas frías de las que pudimos dar buena cuenta y con mucho gusto en el bar la Esperilla completando de esta forma una bonita jornada de senderismo.


Crónica de Pablo Portillo










domingo, 15 de noviembre de 2009

DIA DE CAMPO EN TORRIJOS. 14 de Noviembre de 2009

" Yo voy soñando caminos de la tarde.
¡ Las colinas doradas, los verdes pinos, las polvorientas encinas!
¿ Adonde el camino irá...........?"

A. Machado.

Una vez lo dijo Machado, y como él, hoy hemos soñado colinas doradas, verdes pinos y polvorientas encinas, pero no ha sido un sueño, hemos estado.
Hoy los Trepacuestas , ( no todos, algunos tenían compromisos que le impidieron asistir), hemos asistido a la excursión organizada por la parroquia Nª Srª de Rosario de La Cala del Moral, ya que nuestros hijos, la cantera Trepacuestas, pertenecen a los grupos de perseverancia de nuestra parroquia.

El lugar elegido ha sido la zona recreativa del Lagar de Torrijos, en los montes de Málaga, nunca me cansaré de decir que la mayoría de los malagueños no sabemos el tesoro que tenemos a tan pocos kms de la ciudad, y desde aquí anímo, a quien ya no lo haya hecho, a conocer el corazón de los montes de Málaga.

A las 9 de la mañana estábamos citados en la plaza de D. Antonio Estrada todos los asistentes, y puntualmente fuimos llagando ataviados para pasar un día de campo y convivencia.
Pocos minutos después subíamos al autobús que nos llevaría al destino, ya en esos momentos se adivinaba otro magnífico día, meteorológicamente hablando, para la fecha en la que estamos.
Tras unos Kms de ascensión, y algún mareo que otro, llegamos a Torrijos donde todo aún estaba tranquilo, era temprano, por lo que las circunstancias invitaban a hacer alguna ruta de senderismo por la zona para aprovechar la mañana, ejercitar los cuerpos y hacer ganas de almorzar.

Después de unos minutos de deliberación decidimos ir al mirador Martinez Falero, que se encontraba a unos 3 kms, los suficientes para disfrutar de un sendero que discurría paralelo a un arroyuelo seco, cruzado por un puente de madera que a los niños les gusto mucho.Después de un par de kms por una amplia pista forestal, un cruce a la izquierda y unos 400 metros de ascenso, nos conducirían al citado mirador
Una vez allí, nuestro párroco D. Rafael, hizo una breve reseña sobre la persona de Martinez Falero y su labor para con los montes de Málaga, además se amenizó el momento con la lectura de un bonito y significativo cuento que las catequistas llevaban preparado para los pequeños.

Sin más, y tras estos minutos de descanso y contemplación del paisaje, deshicimos el camino andado para volver a la zona recreativa donde nos esperaban Loli y Paqui que no hicieron la ruta. Por el camino pudimos degustar exquisitos madroños que abundaban por la zona.
Era la hora de la comida, y como los niños ( y los mayores), venían ávidos de dar buena cuenta de los bocatas, nos dispusimos a comer no sin antes bendecir las mesas y los alimentos.
Por cierto, hay que agradecer a Loli y Paqui, porque era tal la afluencia de gente a nuestra vuelta, que si ellas no hubieran reservado las mesas no hubiéramos tenido sitio alguno donde almorzar.

Nuestro menú el típico de siempre, menú Trepacuestas, bocatas, patatas fritas, aceitunas y galletitas trepacuestas; nada que ver con el ágape de nuestras catequistas, ( por cierto, muchas gracias por la exquisita tortilla de patatas, impagable).
Pero el momento más emotivo estaba por venir, y fue la celebración de la Eucaristía en el corazón de los montes de Málaga, bajo un castaño de hojas doradas y otoñales, iluminado por unos tenues rayos de sol que dieron al momento un colorido espectacular.

A las 5 de la tarde nos venía a recoger el autobús, pero con la dificultad añadida de que el lugar a donde tenía que acceder estaba tan lleno de coches que no podría maniobrar, así que Miguel y Antonio subieron hasta la carretera para buscar cobertura y avisar al conductor de tal circunstancia. Por lo tanto, previendo tal dificultad, decidimos levantar el campo y caminar hacia el punto donde el acceso para el bus era más fácil, el cual nos devolvería sanos y salvos a nuestro pueblo.

Echando de menos el cafelito , ( cosa que se subsanará en próximas excursiones), al llegar a La Cala, culminamos tan buen día en el café Lavana frente a la iglesia.

Y volviendo a Machado, y parafraseandolo, diré que hemos visto colinas doradas por las hojas del otoño, hemos visto verdes pinos y polvorientas encínas , pero ¿adonde el camino irá?...
Nuestra intención es que ese camino sea recto y sano, y que en un futuro lleve a nuestros hijos a ser personas amantes de la naturaleza y de buena voluntad.

Ha sido un placer compartir este sábado de Noviembre con tan buena compañía.




Crónica de Jose

lunes, 2 de noviembre de 2009

SUBIDA A LA MAROMA POR EL ROBLEDAL (Domingo 1 de noviembre de 2009)

Hacía tiempo que Ruiz quería hollar La Maroma. En verano no le fue posible y observaba que el año 2009 tomaba su recta final, además el otoño pasaba rápido. Ello hizo que el sábado 31 de octubre cuando nuestros hijos celebraban Hallowen en la plaza de La Cala y ante la ausencia de aspirantes dispuestos a acompañarnos, paladeando unas cervezas, Jóse y este humilde cronista cerrábamos horario y programa de ataque a esa montaña. El grueso de los Trepacuestas también subieron, solo al Robledal, con el propósito de pasar una jornada de campo y hacer algo de piernas.

A las 7,00 de la mañana, día de Todos los Santos, este par de Trepacuestas tomamos dirección al Boquete de Zafarraya y tras un amanecer titubeante con satisfacción pudimos observar como las nubes quedaban abajo, en la línea de costa. La segunda sorpresa de la mañana vino cuando a las 7,45 horas al repostar en la gasolinera de Ventas comprobamos que no hacía ni chispa de frío. El inicio de la caminata dio comienzo a las 8,05 horas desde el Robledal. Sin parar y de un tirón en una mañana de excelente temperatura para lo avanzado del otoño.


Y con muchas ganas alargamos el paso para arriba. Fue en el primer repecho cuando empezamos a sudar y a sentir como La Maroma comenzaba a llamarnos.Siempre lo he dicho, La Maroma tiene algo especial que atrae a todos los que vivimos en la Axarquía y que tarde o temprano hace que tengamos que subir a la cumbre para estar en paz con ella. Parecerá una tontería pero con el paso de los años entiendo que se ha convertido en una fijación que constantemente sobrevuela nuestros pensamientos.

La subida como digo fue rápida y limpia. Nada de viento. El equipo de costumbre a la espalda y en uno de los repechos dejamos atrás a unos veteranos senderistas daneses que disfrutaban de la vista, sin nieve por ahora, de sierra Nevada.

Horas después volvíamos a cruzarnos con ellos en nuestra bajada. Pronto llegamos al Salto del Caballo, cuando a nuestra izquierda dejábamos a los habituales muflones de la zona y sin perder pie nos volcamos en busca de la vista de Málaga y su mar. Esta vez podemos decir fue un auténtico mar de nubes lo que cubría el mar de Alborán lo que nos causó la sensación de ir volando. Las panorámicas que esta montaña tiene y pese a las veces que hemos coronado siempre nos han deparado distintas perspectivas en cuanto a luces, vistas y contrastes.

Enfilado el cortado-arista a las 10,20 horas, es decir 2 horas y 15 minutos después de la partida, hollábamos La Maroma. En la ascensión anterior, mayo de 2008, tardamos 2 horas y 25 minutos. Increíblemente en la cima absolutamente nada de viento, algo de calor y unas cuantas moscas. Baste recordar que toda la subida se hizo con manga corta. Tras dejar reseña casi telegráfica en el buzón de la Agrupación Montañera de la Axarquía nos deleitamos con el paisaje completamente descubierto al norte y totalmente nublado hasta África por la cara sur. Luego unos sabrosos higos secos y agua sirvieron para dar por terminada nuestra comunión maromera y a las 11,00 horas de vuelta al Robledal.

Destacar que será coincidencia o casualidad pero hemos encontrado mejor señalizada la ruta -monolitos- y más despejado el sendero que en anteriores ocasiones.

La bajada sin más problemas que el tener en contra mucho tráfico, pues no recordamos peregrinaje senderistas semejante en busca de la cima.

Es en el regreso cuando siempre nos hemos preguntados sobre que es mejor si subir o bajar, dado el terrible esfuerzo al que se someten punteras y rodillas. Carrileando para el Robledal nos encontramos con el resto de Trepacuestas que venían haciendo piernas. Los pequeños se vinieron con nosotros y los mayores siguieron algunos minutos más de subida.


A las 13,10 horas y sin más novedad que tener la satisfacción de comprobar que todo sigue igual allí arriba, en un hueco del llano del Robledal, sobre las 14,20 horas dábamos cuenta de unos bocadillos mientras nuestros hijos intentaban armar una cabaña, con poco éxito por cierto.

Bajo unos pinos la sobremesa con tertulia incluida fue muy agradable, dando rienda los Trepacuestas a la imaginación con el respiro de saber que al día siguiente, lunes, teníamos igualmente otra jornada festiva y por tanto tiempo sobrado para descansar.

Sobre las 17,30 horas levantamos el campo y fuimos en busca de pasteles y café.La ocasión hizo que preguntado Celes por una antigua pastelería en Ventas de Zafarraya nos dirigiéramos a Pastelería Gloria en la antigua estación de tren. De los pasteles y el café ni que decir tiene que los devoramos en un abrir y cerrar de boca.

Luego la suerte acompañó a los Trepacuetas cuando por casualidad Paqui se interesó por el antiguo museo del ferrocarril que ella recordaba haber visitado hace años. Como nos vieron con interés rápidamente y con la amabilidad que

caracteriza a los venteños avisaron a Paco (Propietario del Restaurante Antigua Estación. Para reservas llamar al (687/54-42-21) y como magnífico anfitrión nos enseñó a mayores y niños el museo que esta antigua estación guarda en su sótano.

La visita fue un inolvidable paseo al pasado. Los niños contemplaron herramientas y máquinas desconocidas para ellos. Desde un tocadiscos con placas de vinilo en funcionamiento,una troqueladora, pasando por embases de cristal, arreos para animales, un somier, una caldera, etc…


Un tren en miniatura cautivó a Ángel. Salvador quedó prendado de la escalera que creo le llaman de la samba -un prodigio de imaginación-. Nati y Paqui y colgado del techo observaban atentas una antigua tejedora o algo parecido. Paco nos puso un video de unos pocos minutos de duración sobre un pequeño documental que Canal Sur emitió hace tiempo en Andalucía Directo tras el paso de este programa por el museo.


Sobre las 19,30 horas terminamos nuestra estancia en Ventas de Zafarraya y pensando algún día en volver para dar cuenta de alguna de las especialidades que se sirven en el restaurante, nos despedimos ya de noche.

De allí nos fuimos todos pensando que nadie de los Trepacuestas podía esperar semejante final para este bonito día de campo por tierras granadinas.


Crónica de Pablo Portillo.









jueves, 22 de octubre de 2009

VENTAS DE ZAFARRAYA - GUARO. 18 de Octubre de 2009

Como es costumbre en el grupo, la puntualidad, una vez más, se dió y a la hora acordada estábamos tod@s los que nos habíamos comprometido a hacer esta ruta, en el sitio acordado, 9,30 en el portal de Jose y Celes.

Despues de intercambiar saludos, comentarios sobre condiciones climáticas, caracteristicas del recorrido, como distribuirnos en los coches, etc., salimos sin entretenernos mucho.

Antes de las 10,30 ya estabamos fuera de los coches, en el inicio de la ruta caminando hacia nuestro destino, en nacimiento del rio Guaro, y comenzando desde las Ventas de Zafarraya, en el cual, en el nuevo mirador qe se ha construido, hay un mapa de informacion de la zona de lo que se puede ver desde allí.

Esta ruta se desarrolla sobre la antigua vía del tren que unió Velez Malaga y Ventas de Zafarraya, inagurada el 28 de Agosto de 1922 y que se hizo con la intención de unir Malaga y Granada.
Buen clima, buenas vistas y buena compañia, nos hicieron un recorrido ligero, ágil y agradable.
Según avanzabamos, al margen izquierdo y en descenso, la Axarquía, con sus pueblos y destacando, pero con menos agua que la deseada, el pantano de La Viñuela, al margen derecho, este en ascenso, montañas, las estribaciones de la sierra de Alhama

La cabeza de la ruta un túnel, más adelante un pequeño puente en medio del camino bajo el cual pasamos y sobre el que nos fotografiamos.


Despues de una hora y cuarto de camino, llegamos al cruce donde debemos desviarnos hacia Guaro y dejar el camino de la vía que sigue hacia Periana. En el un pequeño descanso bajo un pino, un refresco, alguna barrita energética y a seguir.
Ahora en descenso más pronunciado.
En 1 hora estábamos en el nacimiento del rio Guaro, con un poco de decepción, pues no brotaba el agua del nacimiento como esperábamos y meses antes ocurría.
Otro pequeño descanso, fotos y de vuelta, pero esta vez cuesta arriba para buscar una zona donde comer y reponer fuerzas.

En el mismo cruce, donde antes hicimos el tentempié, al margen izquierdo hacia Periana, un llano y un pino nos dieron lo necesario para estar allí un buen rato, comiendo, reposando y nuestro hijos jugando, entre ellos y con Lilo, el perro de Angel, que esta vez nos acompañó.
Yo eche de menos a mi mujer,Conchi, que se quedó en casa con un fuerte resfriado. Casi 3 horas allí, pues los niños se lo estaban pasando bien y en la zona buenas vistas, destacando la sierra Tejeda, y reinando en ella La Maroma.
Arrancamos para la vuelta con buenos ánimos y sin ningún cambio en las condiciones ambientales, charla, observación del terreno, fotos.

Durante el recorrido pasó algún coche, algún ciclista y algún senderista. Ruta tranquila.
Divisamos el túnel que en la mañana nos abrió el camino y ahora nos lo termina, a la izquierda en las rocas 3 escaladores, sobre ellas unas cabras nos miran. Ahora si ha resfrescado en el boquete de Zafarraya, se apetece un café calentito en una venta en la cual vimos fotos del antiguo tren Velez Malaga - Ventas de Zafarraya.

A los coches y a pensar en una futura ruta.

Crónica de Antonio Rosales

miércoles, 30 de septiembre de 2009

RUTA IMPROVISADA POR LOS MONTES DE MALAGA. 27de Septiembre 2009

Después del intento fallido de hacer una ruta Trepacuestas por Zafarraya, y debido a las inclemencias del tiempo, quedamos para almorzar en la venta Los Tres Cincos en los montes de Málaga.
Partimos a las 13,00 horas, como siempre todos muy puntuales, a las 13,30 llegábamos a la venta, y como aún era pronto para almorzar, decidimos hacer una pequeña ruta de aproximadamente 45 minutos por el sendero colindante a la parte trasera de la venta

A las 14,30 cita para comer, mientras nos servían la comida los niños se divirtieron un rato en el castillo inflable que hay en la parte trasera de la venta.

Después de una copiosa comida típica de los montes a base de chorizo, pimientos, huevos, lomo, migas y demás, y como no vinito del terreno, decidimos los mayores en contra de los pequeños, rebajar unas pocas calorías con una pequeña ruta. Así que subimos hasta la venta El Boticario, y de allí por el carril principal hacia la buitrera, donde pudimos observar varios buitres en cautividad.

A pesar de las protestas de algunos pequeños por no llevar el calzado ni la indumentaria adecuada, proseguimos la ruta enlazando con el carril que baja hasta San Telmo, en la parte alta de Ciudad Jardín, pudiendo contemplar los pinares maravillosos y un olor magnífico a tierra mojada debido a la lluvia caída unas horas antes, también disfrutamos de las encinas, algún hormiguero e incluso perros que asustaron a algunos de los viandantes.

Alcanzado el kilómetro 2, el Sr. Portillo dio su opinión, los dueños de los coches suban por los coches y nos esperen y recojan al final del sendero, el resto continuemos la marcha, y así se hizo, Salvador y José volvieron al Boticario a por los vehículos y los demás seguimos bajando hasta encontrarnos en la puerta que delimita el parque natural.

Transcurrida una hora y media de camino y llegando al kilómetro 6'9, dimos por concluida la ruta en el punto de encuentro.

A pesar de todos los inconvenientes y sin tener nada previsto, excepto el almuerzo, la ruta me ha parecido genial. Hasta la próxima.






Crónica de Nati.