Un Wasap por la tarde, mientras
apuraba mi último día de vacaciones viendo los nubarrones que se acercaban a la
zona amenazantes de que la bici se quedaría otro fin de semana bien guardadita,
fue el culpable de que al día cumpliese una de las subidas que tenía
pendiente…. EL LUCERO.
No me lo pensé mucho y quedamos a
la mañana siguiente bien tempranito, que había que poner las calles ya que a
esa hora algunas no estaban ni puestas, jejejejeje.
Quedada frente a la casa de Pasos
para tomarnos una tapita de churros con su cafetín calentito para que poco a
poco fuésemos apareciendo los componentes del grupo de intrépidos y locos que
se habían decidido subir en éste día cálido de Otoño.
Los integrantes (por orden de
llegada) fueron, El suegro de Pasos, éste último, Pablo, Pepe (un servidor),
Salvador, Antonio y María.
Saludos, besos y abrazos y
apurando rapidito el café que es tarde y viene lloviendo!!!! (Y TANTO)
Enfilamos el camino hacia el punto
de partida, en la fábrica de la luz de Canillas de Albaida intentando divisar nuestro
objetivo, pero gracias a la niebla no fue posible, así que pasando un par de
curvitas y rememorando rutas por la zona en nuestras “flacas” nos plantamos en
la Fábrica.
Nos apeamos rápido de los coches
nos colocamos las mochilas y nos “afotamos” sin mucho entretenimiento y fue
entonces cuando Pablo tomó la peor decisión del día……. Dejarme que hiciese la
Crónica, pensando que en un par de días estaría lista…. Quien dice un par de
días dice un par de semanas… o tres….
Bueno señor@s, vamos que nos
vamos que está empezando a chispear!!!! Comenzamos a enfilar un senderito con
un encanto especial, con el sonido de fondo del riachuelillo la frondosa
vegetación consecuencia de las últimas lluvias y una temperatura muy agradable
para el día que nos esperaba.
Pronto María tomó el mando de
poner una piedrecita en cada mojó provisional que los senderistas suelen dejar
a pié de camino señalizando que vamos por buen camino y que días antes o, quien
sabe, horas antes algún alma perdida se le había ocurrido dar el mismo paseíto
que nosotros.
Al poco rato comenzó a llover un
poco más fuerte pero ya no importaba ya que al poco estábamos “calaitos
calaitos” así que vamos al primer objetivo PTO. BLANQUILLO.
Encabezando el grupo iba Pablo el
cual era el encargado de guiarnos ya que de Pasos nos fiábamos poco con las
gafas empañadas que llevaba.
Pto. Blanquillo comienza con una
leve subida que poco a poco comienza a pronunciarse y a convertirse en una
subida un tanto complicada tanto por el desnivel que presenta cada vez más
difícil como por el piso que es de arena Blanquilla muuuyyyy suelta y que te
quedas clavado y hace que de la sensación
de que avanzas poco…. Bueno la verdad es que avanzas muy poco.
Y blanquilla se le pone a uno la
cara al terminar ésta subida pero peor es cuando al llegar al final, desemboca
en un carril ancho y de fácil acceso para un coche, como el Seat Ibiza que
pasaba en ese momento…. COMO????? QUE SE PUEDE SUBIER AQUÍ EN COCHE?????? Madre
mía esto es como cuando en un viaje pregunta si queda mucho y te dicen, nooo ya
esa es la última curva.
Agrupamiento rápido y reponer
fuerzas con agüita fresquita y barritas de cereales que sacan de más que un
apuro en las rutitas de bici.
Venga, vaaaaaaaamos que nos vamos
que nos espera el Pto. Cómpeta, el cual su acceso es por el Carril ancho del
Seat Ibiza (ya lo he bautizado) andando unos 5 minutillos nos encaramos en el
comienzo de dicho puerto.
Éste presenta una subida un poco
técnica, debido a las piedras resbaladizas y el desnivel de la subida, pero a
golpe de riñón y escuchando las historias que nos contaba el amigo Pablo y
Antonio se hizo más llevadero y pronto nos encontramos en la cima del Puerto,
el cual nos entretuvimos poco ya que nos picaba la curiosidad de ver la cantera
de Mármol ya abandonada.
Aquí nos entretuvimos un poco
viendo la majestuosidad de la cantera y preguntándonos como se pueden sacar de
la montaña esas inmensas rocas de mármol tan pulido y tan perfectamente
cuadradas.
En Finn, ya solo nos quedaba la
última subida y el objetivo principal del día, así que vamos al principio de
donde comienza la subida.
Allí nos encontramos con un
cartel informativo sobre la subida y nos llamó la atención una nota informativa
que decía algo parecido a: ABTENERSE SUBIR EN CONDICIONES CLIMATOLÓGICAS
ADVERSAS. Hay que decir que todo lo anterior lo hicimos con una lluvia sin
parar….
Bueno, aquí 2 compañeros
decidieron que se iban a quedar en una caseta que había en la cantera, para
hacer una candela y a la vuelta los intrépidos que nos dispusimos a culminar la
ruta pudiésemos secarnos y disfrutar de la misma.
María fue la primera en tomar la
decisión de no ascender al Lucero ya que no se encontraba en condiciones debido
al frío que hacía en el momento y Antonio al ver en el cartel informativo que
el Helicóptero de rescate costaba 6.000 “pavos” se lo pensó 2 veces y decidió
no dejar sola a María.
Salvador, Pasos, Pablo y Servidor
(Pepe) ni nos lo pensamos, comenzamos a subir mirando para abajo y a pasito
corto como se llevan los tronos en Málaga comenzamos a descontar kilómetros.
Tengo que decir que al principio
de la subida no me encontré muy bien y tenía una sensación de hambre que ya
conocía cuando alguna vez me ha dado una de esas temidas pájaras en la bici
pero nada que no remediase el pensar que en mi mochilla llevaba un bocadillo de
jamón con queso que quitaba el sentío.
Llegamos a un punto de
reagrupamiento y ahí fue donde comí un poco de bocata y unos frutos secos los cuales
me supieron a gloria bendita.
Aquí empezó lo duro de la subida,
ya que debido a la lluvia y el viento hacía más dura y peligrosa la subida,
poco a poco y curva tras curva con cuidado, posando en el video y las fotos de
Pasos y a pasito corto, venga, vamos!!! Pablo cual cabra montesa comenzó a
despegarse de nosotros y a marcar su propio ritmo mientras intentábamos divisar
en el horizonte esas vistas que nos regala la zona.
Parecía que no llegaba el fin,
pero la verdad que no sabía uno si quería que llegase ese momento, aquello
parecía un capítulo del programa Desafío Extremo y en el fondo nos lo estábamos
pasando como niños.
Aquello se iba poniendo cada vez
más difícil, piedras sueltas, el viento amenazaba con lanzarte por el barranco
y derepente divisamos entre la niebla las ruinas del puesto de control de la
Guardia Civil. SIIIIIII conseguidooooooooooo!!!!!!!!!! Hemos conseguido llegar
con éstas condiciones!!!!!
Nos resguardamos detrás de uno de
los muros entre tiritones mordiscos a lo que nos quedaba de bocadillo. Rápido
terminamos y nos hicimos la correspondiente foto que justificase que hicimos
cubre aunque la niebla densa no facilitaba mucho la visión de la zona y a
volver…
No se que es peor, la subida o la
bajada con las piedras mojadas, pero con un poco de maña y fuerza conseguimos
plantarnos donde nos esperaban los compis Maria y Antonio, los cuales estaban
la mar de bien con la candelita que habían encendido.
Allí estuvimos un rato mientras
nos calentábamos y contábamos la dificultad de la subida mientras Pasos nos
obsequió con un traguito de su agua mineral que llevaba en una Petaca
personalizada pareciendo que era Wisky.
Lo demás pos igual pero al revés,
bueno, igual igual no… ya que al terminar la bajada del Puerto de Cómpeta,
decidimos tomar la mejor decisión del día que fue seguir por el carril ancho
del Seat Ibiza y que nos arrepentimos!!!! Como bien decía Antonio mucho
Aeropuertos y carreteras vacías y porqué no se ha hecho un puente para los
Senderistas en esta zona!!!!
No se cuando estuvimos andando
por ese carril, pero a mi me pareció peor que la subida al Lucero, solo veía
que cada vez nos retirábamos más de la zona donde teníamos aparcados los
coches, que no llegaba el fin y que el móvil no tenía cobertura y al llegar a
casa me iban a colgar de la plaza pública….
Pero no!!! Allí estaba el
montoncito de piedra esperándonos y señalizando que por un senderito se bajaba
a algún sitio y que todo indicaba que nos iba a dejar en el punto de partida de
la ruta… y así fue!!! Que alegría ver el C4 y el A4 casi los beso.
Buscamos un punto donde poder
dejarnos caer y descansar un poco, la última foto que se viese los caretos que
manejábamos y a los coches a tomarnos algo calentito en cómpeta y para casita
que el sofá me espera para gastarlo junto a mi cervecita que es lo mejor para
recuperarse de un paseíto como éste.
Conclusión de la ruta; no me
arrepiento para nada de subir con el frío y la lluvia, he cumplido una de las
subidas que tenía pendiente y he conocido un grupo de personas que da gusto
pasar un día de senderismo junto a ellos, tanto por la sabiduría que comparte
Pablo, la tranquilidad de Salvador, la alegría de maría, el cachondeo de
Antonio y la nariz roja de Pasos.
Hasta la próxima!,
Crónica de Jose Carlos Pascual