El cielo tenía nuestro habitual color azul y unas pocas nubes blancas y así empezamos el ascenso hacía la loma de la ermita por una carretera asfaltada, a la izquierda la costa malagueña y a la derecha los Montes de Málaga.
Una de las imágenes más espectaculares del día se nos apareció en una curva, divisamos entre pinos, la presa de El Agujero, la presa del Limonero, al fondo las grúas del puerto de Málaga, el azul del mar y del cielo.
Pasamos por un grupo de casas de campo conocido en Málaga con el nombre de diseminado y nos encontramos con un imponente algarrobo con sus raíces al aire y con sólo algunas unidas a la tierra, a pocos metros de él comenzó el carril de tierra.
En cabeza del grupo Pablo y al final del mismo las señoras y los más jóvenes del grupo hablando y hablando. Hicimos varias paradas para reagruparnos, el ritmo de ascensión indicaba una falta de ejercicio físico durante el verano.
Después de un verano tan caluroso el campo está bastante seco y con su color marrón de principios del otoño, todavía no han empezado las lluvias. En esta zona existen como plantas más típicas los palmitos, tomillos, matagallos, hinojos y como árboles los algarrobos, almendros, encinas y olivos.
Pasaban cuarenta y cincos minutos de las doce cuando llegamos a la loma donde se encuentra la ermita, nos sorprendió y alegró que estuviera abierta por tres devotos de la Virgen de los Dolores. Amablemente nos dejaron entrar a visitarla aunque está en restauración y sin su titular en el templo.
Me gusto su interior con su techo de madera, su suelo de losas de barro, su altar de mármol sostenido por ladrillos formando medios arcos, en un precioso equilibrio. El exterior también es muy agradable con su puerta de madera y arco de ladrillos y sus impresionantes vistas desde lo alto de la loma de los Montes de Málaga.
Conversamos con las personas que estaban en la ermita sobre la Virgen de los Dolores y su vinculación con las pandas de verdiales.
Pablo, que llevaba en su mochila un libro publicado recientemente que trata sobre los verdiales, nos leyó varios párrafos sobre la ermita y las pandas de verdiales. Nos comentó que en el año hay dos días señalados como fiesta en la ermita, el 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes) y el viernes de Dolores.
Cuando se cerró la ermita, José nos sorprendió con un canto por verdiales que sonaba en su teléfono móvil, Pablo con su bastón nos mostró sus habilidades como alcalde y abanderado de la panda de verdiales los Trespacuestas y las señoras se arrancaron a bailar, los instrumentos fueron la sonrisa que se nos escapó a todos los presentes.
Después de refrescarnos y admirar la espectacular vista de Los Montes de Málaga, incluidas las obras de la futura autopista de Las Pedrizas, a las trece horas dejamos la ermita y a buen ritmo bajamos.
El grupo de Ángel y las dos Ana viendo que José bajaba lentamente lo animaron con su charla y sus cantos que hacen referencia al grupo senderista los Trepacuestas.
A las catorce horas estábamos en el punto de partida de la excursión, se habían andado unos doce kilómetros y el comentario general era que habíamos pasado mucho calor.
El almuerzo se celebró en el restaurante “La Ventilla” con el típico plato de la zona el arroz caldoso.
Entre platos y vasos se celebró de forma solemne la I Asamblea del grupo senderista los Trepacuestas, por la importancia de los asuntos que se trataron entiendo que debe ser desarrollado más ampliamente en un monográfico por otro u otra participante en la Asamblea.
Para celebrar la primera ruta y el nuevo impulso dado al grupo en la I Asamblea Trepacuestas nos fuimos a Echeverría de El Palo y merendamos helados y limonadas.
Señalar que las lluvias previstas no aparecieron en todo el día, las previsiones de calor se cumplieron.
Propongo que cuando se termine la restauración de la ermita subamos un día a ver a Nuestra Señora de los Dolores en su templo.
Esperamos tener pronto a Antonio Rosales y familia acompañándonos en una ruta por los campos de Málaga.
Dice un canto por verdiales:
“Las tres A nos acompañan
por los campos malagueños.
La Alegría, la Amistad y el Alboroto.
Las tres A trepando
las cuestas de los montes.
Nos acompañan Ángel, Ana P y Ana N.
Crónica de Salvador Nieto López.
4 comentarios:
Querido Salvador:
Alegría, alboroto y amistad han sacudido mi conciencia de senderista al poder disfrutar de tu hermosa y amena narración sobre lo que fue un completo día de campo. Sin duda recojo tu propuesta y confío que una vez restaurada la ermita pueda acudir bajo la compañía de los Trepacuestas y saborear de vuestra compañía y de nuestros verdiales.
Dice una copla por verdiales:
“A tu Ermita he de subir,
Virgencita verdialera,
a tu ermita he de subir,
porque sé que te da pena
que haya `dejao´ de salir
tu imagen en la bandera”
Me ha gustado tu crónica Salvador, muy explicita de lo que realmente aconteció en la ruta, y muy acertada la letra por verdiales con la que concluyes, habrá que estrenarla el próximo día.
Un abrazo.
Mis felicitaciones para el cronista por su hermosa crónica, al fotógrafo por sus espectaculares fotos y al diseñador de la página porque cada día se va superando más.
Enhorabuena a los tres.
Nati
Muy bien la crónica ,las fotos geniales con el texto.
Pero hay una frase en la crónica que a salido de la cosecha del cronista :
"La sección Trepacuestas con menos años
recibió la noticia con su habitual
fiesta y aplausos"
Une frase que me ha llamado mucho la atención en la crónica que no es verdad la secciòn juvenil recibió la noticia diciendo:
Que rollo otro domingo al campo,que aburrimiento....
Pero bueno muy bien pasamos mucho calor pero no estuvo mal la excursión.
saludos.Ana Nieto Ordòñez
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