Quizá no es la mejor crónica. Recibo este encargo por sorpresa, pero lo acepto con gusto: hacer una crónica de la subida al monte de San Antón, llevada a cabo este jueves 14 de julio por un grupo de familias de la parroquia de la Cala del Moral, o mejor dicho, los TREPACUESTAS, junto a su párroco.
Pues bien, a eso de las 21:50, y luego de la foto oficial, nos encaminamos hacia la cima del monte. Los pequeños tomaron la delantera mientras algunos de los más grandes iban quedándose atrás, esto debido a que en realidad empezamos a subir con un ritmo rápido. José y Pablo iban haciendo uso de sus dotes fotográficos. Como siempre sucede, son los que menos aparecen en las fotografías; pero, gracias a ellos, podemos conservar esos momentos en calidad fotográfica que nada tienen que envidiar a las fotografías de Sebastião Salgado.
Mientras ellos tomaban las fotografías, al final del grupo se alcanzaba a vislumbrar a Rosa, Salvador, Antonio y Natividad. Durante la subida ocurrió un milagro, upsssss… ocurrió algo curioso: ¡¡¡ ¿Rosa no hablaba?!!! ¿Por qué? Por una apuesta hecha antes de empezar a subir. Definitivamente fue una gran penitencia para Rosa.
A las 22:10 nos detuvimos a la par de una cueva para hacer el reagrupamiento, minutos valiosos para tomar algunas fotografías a la luna que sólo le faltaba un día para estar llena; de igual manera dio tiempo para poder localizar las ferias del Rincón de la Victoria y la feria del Palo.
A eso de la 22:30, al ritmo de “guantanamera”, que sonaba en la feria del Palo, llegamos a la cima. ¡Qué vista de Málaga! Al instante llegaba Rosa hablando, cumplió su apuesta: subió San Antón sin decir ni una palabra; los niños le ovacionaron: “Esa Rosa como mola se merece una ola…uhhhhh….uhhhhhh…, se merece otra ola…uhhhhhh…..uhhhhhhh…..,un tsunami….ehhhh…ehhhh….ehhhh”
Fue una noche estupenda: un clima fresco que hizo a algunos sacar su abrigo, a otros les invitaba a dormir como lo hizo “Zacarías”, perdón, Neftalí, en una roca, para él cómoda. Tras ubicarnos y contemplar la belleza de la naturaleza, nos dispusimos a comer nuestro bocadillo. Fue una noche amena con chistes, risas y canciones. Mientras los pequeños entonaban: “Unch tolón tolón”, “soy una taza” y “que le estará pasando al pobre de Fidel”; los grandes comentaban, entre otros temas, la próxima acampada con los niños de perseverancia en el Robledal.
A eso de las 23:45 hicimos la lectura del texto “los dos remos”, poco lo comentamos pero estoy seguro que a cada uno nos dijo algo. Descubrimos la importancia de contar con los demás y con Dios. Como diría Madre Teresa de Calcuta: “lo que yo hago vosotros no lo podéis hacer; lo que tú haces nosotros no lo podemos hacer; pero juntos podemos hacer algo bonito para Dios”.
Luego de esto, la fotografía junto a la cruz que preside aquel monte, y en dicha cruz la bandera de los TREPACUESTAS. A eso de las 00:15 empezamos a bajar, muchos resbalones pero ninguna caída que lamentar. Tanto a la subida como al bajar, la luna, espectacular en esta noche, nos alumbraba el camino y casi no hacía falta de linternas. La bajada estuvo llena de anécdotas: el nuevo camino para bajar inventado por los niños y José; y la subidita de kilos de José, cierto o no, fue tema de la bajada. Y al llegar abajo, la felicitación a Antonio por su cumpleaños: ¡¡¡felicidades!!!
Y como lo que empieza tiene que terminar, cada uno volvió a su hogar contento de haber compartido un momento agradable junto a los amigos; yo, ténganlo por seguro, más que ustedes.
Un agradecimiento a los TREPACUESTAS por la oportunidad. Gracias familia.
ULISES MENDOZA
5 comentarios:
Si James Joyce pudiera leer esta crónica en versión española, la consideraría la mejor crónica latina publicada en este humilde blog senderista. Sin quererlo ni beberlo con su crónica, Ulises se ha convertido en el protagonista de esta particular Iliada Trepacuestas.
Pablo Portillo.
gracias a los trepacuestas he superado un reto de estas 45 minutos sin hablar fue una noche para mi muy bonita y una experiencia muy bonita tanto por el entorno como y lo mejor de todo la gran compañia y el grupo tan bueno que son los trepacuestas y sobre todo gracias a ULISES por esa cronica tan buena
GRACIAS TREPACUESTAS Y GRACIAS ULISES Y HASTA LA PROXIMA
Subir al monte San Antón en las noches de verano y con una estupenda compañía es una maravilla que no tiene precio.
Felicito al salvadoreño Ulises por su ágil y agradable crónica.
Un saludo de la nueva bautizada Natalia.
Ver la bahía de Málaga desde la atalaya del monte San Antón en las noches de verano, pasando del terral a la sensación de frío en unos minutos es un privilegio y en tan agradable y calurosa compañía una maravilla.
Enhorabuena a Ulises por su estupenda crónica. Le agradezco a Ulises y a Neftalí su grata charla y compañía.
Tengo que mencionar que el trepacuesta-maletilla, aspirante a torero, José “El Niño de la Gubia”, está en proceso de cambiar el arte de la madera fina por el arte del toreo en las noches de luna llena como los grandes maestros. Me contaron que después de una tanda de pases naturales, con su figura y rostro a lo Manolete, fue empitonado por la taleguilla, pero hubo suerte no llegó el cuerno a las partes blandas. Por lo bajini me comentaron que no fue así, sino que ha cogido varios kilogramos y que se le rompió el pantalón al encaramarse en una piedra, cuando corría de un sapo que se encontró en el camino.
Saludos de Salvador.
Bonita y descriptiva crónica la de Ulises, se le encomendó la tarea de escribirla y a salido por la puerta grande del ruedo de las crónicas de los Trepacuestas,( ya que de tauromáquia se habla en algún comentario).
La velada fue todo un lujo, siempre lo es trepar hasta la cima del San Antón con luna o sin ella, pero de noche. De lujo tambien la compañía, así da gusto planear cualquier ruta por corta y cercana que sea.
En cuanto a la "corná" no llegó la sangre a la arena, menos mal que era de noche que si no......., de todas formas lo de mis kilos es un burdo rumor, es que ya me estaba pequeña la teleguilla.
Lo dicho, gracias Ulises y nos vemos en la próxima.
El niño de la gúbia
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