El sábado anterior y tras el concierto de presentación de la banda de
la cofradía de la Virgen del Rosario de La Cala, en el antiguo bar La Recacha y
al olor de un completo campero de atún y cerveza se decidió todo lo relacionado
con la salida del día después.

Como niños pequeñitos nos comportamos pues entre apéndice de masa
frita, bocado va y bocado viene, todos leímos en voz alta las citas históricas de
personajes ilustres que se pueden ver en los reversos de los sobrecillos de
azúcar, sugar, sucre o açúcar o como quiera decirse y que se sirven con el desayuno.

Si
los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas, y una sola lengua es porque se
debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar. Madame de Sevigné.
Centrándonos en lo que al senderismo se refiere, el día, la ruta fue
un calco de la semana anterior pero con más calor si cabe, aunque la única
novedad es que además de tener un trayecto más corto al grupo se unió Paqui,
circunstancia que a todos nos pareció pero que muy bien.

básicamente junto a la cuneta de la 340. La senda litoral desaparece en este trayecto por falta de espacio físico y consideramos difícil meter una vereda junto a la nacional, so pena de que el caminante pueda despeñarse acantilado abajo.

Puestos de nuevo en ruta, con rapidez sobrepasamos playa Vilchez pero
en punta Lara hicimos un brindis con agua y de esta manera inmortalizarnos con fotografía
incluida. En ese momento y entre las numerosas conversaciones que surgen en el
camino abordamos lo perteneciente y relacionado con la segunda edad, límites y
consecuencias de dicho segmento temporal. Tan delicado asunto de conversación se
esfumó de nuestras mentes cuando nos dedicamos a abordar el último tramo llano
y recto que precede la entrada a la villa de Nerja cuando absortos en el andar dejamos
el Playazo a la derecha, cruzamos río Seco II y entre una arboleda de cultivos
tropicales llegamos a las puertas de Narixa para atravesar el río Chillar y finalmente
entrar en el casco urbano.
Callejeando por la localidad bajo jolgorio y risotadas nos topamos con
James el escocés, vecino de la localidad y al que bien conocimos en el pasado
Camino de Santiago en agosto de 2014. Sin duda todo un personaje.
Con la sorpresa por el encontronazo y al doblar la esquina de la
parroquia del Salvador comprobamos cómo un coche de muertos de la funeraria La
Esperanza y en servicio permanecía estacionado frente a numerosos establecimientos
de guiris que a esa hora de la mañana desayunaban al solecito formando una
escena que bien pudiera haberse extraído de una película de Berlanga. Ni que
decir tiene que el ambiente desenfado y festivo que llevábamos encima quedó interrumpido.
Momentos después el féretro entraba en el templo para dar inicio al sepelio de
quien aquella mañanita de domingo de enero nos condujo a la verdadera realidad
de la vida en aquella nuestra jornada de ocio y descanso.

desconocida e improvista protagonista, G.R.P. y que a sus 79 años la que habíamos dejado minutos antes en la parroquia del Salvador, hacía ahora su entraba en el cementerio de San Miguel de la localidad, necrópolis donde yace desde 1995 Francisco Giner de los Ríos junto a su esposa, poeta que vivió en el exilio.
No miento si digo que la ruta concluyó al modo habitual, muy a la
española dirían otros, cuando de cabeza y sin preguntarnos una vez más fuimos
en busca o mejor dicho a rendir honores a la fideuá que con cerveza se sirve en
el bar Hostal La Estación de Benajarafe todos los domingos de calendario sobre
las 14,30 h.


2 comentarios:
Por ser el primer espada de las crónicas trepacuestas te felicito por la faena realizada a la lidia del sendero del Faro al Balcón.
Saludos de Salvador,
Que buena ruta y que buena crónica, estas rutas planas tambien dan mucho de si y mucho que disfrutar, a seguir, a seguir.....
Jose.
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