El martes veintisiete de julio tuve el gusto de acompañar al grupo de senderismo familiar “Trepacuestas”, para visitar un monte muy conocido para los que nos hemos criado en Pedregalejo: el monte San Antón. Pero esta vez hemos subido cuando ya se estaba poniendo el sol, para poder contemplar la bonita ciudad de Málaga desde un palco pri
vilegiado.
Alrededor de las 21:30 h quedamos en 
coches, nos hicimos la fotografía de rigor y empezamos a subir bajo la guía de José Manuel, un sherpa local. Mientras íbamos subiendo fuimos contemplando la vegetación típica del monte mediterráneo: algarrobo, pino carrasco, palmito,… La primera parada fue frente a una pequeña cueva. Nos cuentan que esta cueva sirvió de cobijo a este grupo en una excursión anterior, en la que la lluvia les sorprendió.
Después de recuperar fuerzas, nos dispusimos a 
afrontar el segundo tramo. En este segundo trecho, los mayores que íbamos en cabeza pudimos ver un pozo de varios metros de profundidad, que se encuentra recubierto en su parte externa por maleza. Finalmente llegamos a la cumbre y casi instintivamente todos nos dirigimos a tocar la cruz que se 
encuentra en la cima. Gracias a Dios hemos llegado. La vista de la ciudad de Málaga y de su bahía es impresionante, dudo que haya un punto de mejor panorámica en los alrededores de esta gran capital. Hasta tal punto gusto la vista nocturna que hay una propuesta de subir de nuevo al monte San Antón para ver los fuegos artificiales de 
espués de las 23:00 h empezamos a bajar, para después llegar sanos y salvos a
Ha sido una experiencia diferente y un bonito rato de convivencia. Gracias por la invitación.
Rafael Rodríguez Sainz de Rozas, párroco de
2 comentarios:
Dicen que la vista que se tiene desde la cima del monte San Antón tiene algo especial. La estancia en la cumbre está reservada para todos los sivaritas que se recrean en la perspectiva del paisaje. La doble luz existente -firme bajo el horizonte e invariable en el firmamento- provoca una inevitable simbiosis que desde la altura suscita la ecuación noche, bahía de Málaga y senderista, lo que consigue en definitiva, subyugar el espíritu intimista llegándose a un estado de ataraxia inimaginable.
Esperando repetir con don Rafael próximas rutas, bienvenido a este humilde blog y confiamos poder leer nuevas crónicas de nuestro párroco.
Pablo Portillo.
Enhorabuena y gracias por la crónica.
Ciertamente fue una bonita excursión con el aliciente de la nocturnidad, algo que esperamos repetir.
Gracias por acompañarnos.
Jose
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