La noche del sábado, en El Palo, delante de dos gigantescas pizzas y con las luces de Navidad de testigos decidimos realizar una salida el domingo. Pablo propuso una ruta senderista por “La hoz del arroyo Marín” combinada con una ruta cultural en Archidona con visita a la ermita de la Virgen de Gracia y a la plaza Ochavada.
Con la puntualidad habitual a las 10:00 horas salimos de La Cala del Moral once Trepacuestas y a las 11:00 horas aparcamos los tres automóviles en la avenida de Andalucía de Archidona, bonita localidad declarada Conjunto Histórico-Artístico.
El cielo de un azul nítido nos acompañó todo el día, la temperatura de primavera pero en otoño, un buen día para caminar por un paraje de singular belleza, un espectacular desfiladero en forma de hoz, excavado durante siglos por un arroyo y rodeado de una abundante vegetación en la que destaca un bosque de pino carrasco.

A las 12:00 horas bajamos al arroyo y en un puente descansamos y aprovechamos para realizar algunas fotografías del grupo teniendo de fondo el agua y el bosque de ribera.
Decidimos continuar el paseo ahora junto al arroyo por un caminito en fila de a uno. Conforme avanzamos la humedad fue aumentando, en algunos lugares muy umbríos había escarcha y los troncos de los árboles cubiertos de musgos. Como no estamos acostumbrados a esta imágenes la expresión de todos fue “bonito…, que bonito….” otros utilizaron “precioso…, que lugar mas precioso…..”.
Antonio Machado escribió: “Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío”.
Las gotas de rocío impregnaban todas las plantas. En un lugar, en el que abundan las retamas, sus ramas estaban cubiertas de rocío y al reflejarse la luz del sol en las gotas, éstas se veían azules, verdes, amarillos, naranjas, todas de colores intensos y brillantes que unidos al vapor que despedían las plantas daban un aspecto fantástico. Un lugar mágico pero con una frialdad en el ambiente que llegaba hasta los huesos. Paraje de singular belleza catalogado como “Paraje sobresaliente de protección compatible”.
Cuando el desfiladero se hizo muy estrecho y umbrío el camino desapareció y el frío intenso hizo que todos nos abrigáramos. Volvimos sobre nuestros pasos y subimos a la vereda que está en la ladera de la montaña. La caricia del sol fue recibida por todos con la típica expresión: “que calorcito más agradable”.

Hay que resaltar que el típico menú Trepacuestas de bocadillos, dulces y fruta fue animado por José con una probable historia que le sucedió a un amigo con la guardia civil, con final de mucho suspense y sonora carcajada por todos los tertulianos. Seguiremos buscando la porra.
La vuelta a Archidona la hicimos por el camino que va junto al cauce del arroyo, por el precioso bosque de ribera donde destacan los álamos, olmos y fresnos.
A las 15:30 horas subimos en automóvil al Cerro de Gracia, catalogado como Parque Periurbano, desde ese balcón se contempla a nuestros pies la ciudad de Archidona con su plaza Ochavada y diversos templos, a nuestro alrededor contemplamos los restos de la muralla de la alcazaba árabe y su antigua mezquita hoy transformada en la ermita de Nuestra Señora de Gracia y al fondo “La hoz del arroyo Marín”.
El horario de visita comenzaba a las 16:00 horas, así que algunos subieron hasta la cima del cerro. Aproveche el tiempo admirando el “Castillo-Mezquita-Ermita Virgen de Gracia” y además estuve leyendo los paneles informativos sobre este monumento y los personajes históricos como Abderramán I y Omar Ben Hafsún que estuvieron en este lugar.
El patio y la ermita son preciosos y están en muy buen estado y con una limpieza extraordinaria. En la sala de oración hay seis columnas de la época romana y visigoda así como una pila bautismal de cerámica vidriada de color verde, todo el conjunto es de una extraordinaria belleza.

Después de bajar del cerro con mucho cuidado y precaución por su fuerte pendiente y por sus curvas, visitamos la famosa Plaza Ochavada, con sus ocho lados, de estilo barroco con sus ladrillos rojos y sus paredes blancas de la cal.
Después del café de rigor, en la que comentamos que en primavera también sería recomendable repetir esta ruta, a las 18:30 horas estábamos de vuelta en La Cala del Moral.
Disfrutamos de un día de primavera a finales del mes de noviembre.

Crónica de Salvador Nieto.
2 comentarios:
Disfrutar del otoño andando junto al arroyo Marín en Archidona es todo un lujo al que no estamos habituados. Por alguna razón los que vivimos junto al mar, tenemos la sensación que esa estación del año se difumina para nosotros de tal forma que hace que no estemos acostumbrados a almacenar en nuestras retinas esa paleta de colores amarillos y ocres que adoptan hojas, árboles incluso la propia tierra mojada.
Pasear y descubrir rincones de gran belleza junto a los Trepacuestas fue otra agradable sensación que para mi queda.
Lo de Salvador con su fina prosa rondeña es punto y aparte, ya que por unos instantes ha conseguido transportarme desde La Cala del Moral al arroyo Marín y al bosque de álamos, olmos y fresnos.
Pablo Portillo.
Los Trepacuestas se sacan una ruta de donde sea, en esta ocasión Pablo sugirió esta y allí que fuimos.
Bonitos parajes, más aún en esta época del año, y buen día el que pasamos.
Gracias y enhorabuena por la crónica Salvador, y una cosa....yo ya encontré la porra......
Un saludo.
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